Gómez Palacio, Dgo.- A casi un mes de que fueron suspendidos los trabajos de construcción de la planta Chemours Company, que se edificaba en el poblado El Siete Pueblo Nuevo, tras la suspensión otorgada por el juzgado tercero de distrito en La Laguna, la empresa ya liquidó a la mayoría de los 580 trabajadores, luego que las pérdidas económicas ascienden a 150 mil dólares diarios.

De esta forma, los empresarios buscan reducir gastos en tanto se resuelve el proceso de amparo que enfrenta.

La empresa envió a sus 20 socios constructores y de proveeduría una declaración de fuerza mayor, lo que significa que iniciaron con las liquidaciones de la mayoría de los 580 trabajadores bajo su tutela.

En rueda de prensa, Luis Rebollar González, director global de Negocios Chemours Laguna, expuso las afectaciones provocadas desde el pasado 16 de marzo, día en que se les dio la suspensión provisional de la construcción de la planta.

Acompañado de representantes de tres constructores que prestan el 80 por ciento de los servicios para la edificación de la planta, Luis Rebollar reveló que las pérdidas por la suspensión otorgada por un juez se calculan en 150 mil dólares diarios.

Aclaró que la empresa no ha sido expulsada de alguna otra entidad, como se dice que sucedió en Salamanca y San Luis de la Paz, Guanajuato.

Al respecto explicó que se revisaron siete sitios en todo el país y se consideró a Durango como la mejor opción ante la oferta de mano de obra de calificada y la ubicación de la entidad.

Por su parte, Alejandro Flores Muñoz, representante de la constructora Trebotti expuso que su compañía despedirá a 145 empleados por esta situación, de los cuales el 41 por ciento de ellos residen en la comunidad El Siete y Dinamita.

Este padrón de trabajadores representaba una nómina de 1.6 millones de pesos mensuales y la aportación de 370 mil pesos mensuales ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lo que se suma a las pérdidas que el Estado tendrá por el no pago del Impuesto Sobre Nóminas (ISN).

Asimismo, representantes otras constructoras anunciaron que Samsara despidió a 200 trabajadores y Ocitrimex a 142, quienes coincidieron en lamentar las pérdidas alcanzadas afectando a los mismos pobladores y comunidades aledañas y considerando que este tipo de situaciones envía una mala señal, frenando las inversiones.

El director global de negocios, reiteradamente señaló que la producción de la empresa no afecta el medio ambiente, por lo que dijo tener confianza en que el juez al valorar todas las pruebas y documentales que le presentarán la próxima semana tome la decisión correcta y se reanude la construcción de la planta, que se quedó entre un 50 y 60 por ciento de edificación.