Ciudad de México.- El titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, señaló que el crecimiento urbano desordenado ha propiciado impactos negativos sobre la sociedad y el medio ambiente, pues la falta de condiciones mínimas de bienestar en las ciudades propicia la marginación, el aumento de la violencia y la inseguridad, así como la degradación de recursos naturales y la contribución al cambio climático.

Al inaugurar el Diálogo “Ciudades Sostenibles y Derechos Humanos”, el ombudsman nacional destacó que la plena satisfacción de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en las ciudades, está lejos de ser una realidad en nuestro país.

Por ello, González Pérez destacó la necesidad de planificar y gestionar las ciudades mexicanas con perspectiva de derechos humanos y destacó que las urbes deben dejar de ser vistas sólo como los lugares donde desarrollan su vida las personas, pues además de eso son el espacio donde se exigen y se ejercen los derechos.

Agregó que en la búsqueda de la vigencia efectiva de los derechos fundamentales en las ciudades, no puede ignorarse que el 68 por ciento de las personas en situación de pobreza en el país habitan en dichos asentamientos, mayormente en viviendas precarias, por lo que no gozan de condiciones mínimas de bienestar para el desarrollo de sus actividades cotidianas; así como tampoco, los impactos ambientales negativos de las urbes, tales como la degradación de suelos, elevados niveles de contaminación del aire e inadecuado manejo de residuos sólidos, entre otros factores negativos que contribuyen al cambio climático.

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