Otorgan el Premio Nobel de la Paz al desarme nuclear

Oslo, Noruega.- La Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) fue galardonada ayer con el Premio Nobel de la Paz “por su trabajo para llamar la atención sobre las catastróficas consecuencias humanitarias de cualquier uso de armas nucleares” y lograr una ley que las prohíba, anunció el Comité Nobel en Oslo. El […]

07/10/2017

Oslo, Noruega.- La Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) fue galardonada ayer con el Premio Nobel de la Paz “por su trabajo para llamar la atención sobre las catastróficas consecuencias humanitarias de cualquier uso de armas nucleares” y lograr una ley que las prohíba, anunció el Comité Nobel en Oslo.

El comité describió a la ICAN como “el actor líder de la sociedad civil en el empeño por conseguir la prohibición de las armas nucleares de acuerdo con las leyes internacionales” y enfatizó su deseo de que el premio incentive a los estados con armas atómicas a considerar su responsabilidad en el desarme.

La ICAN, con sede en Ginebra, es una coalición integrada por 468 organizaciones no gubernamentales que trabajan en 101 países.

Su mayor éxito fue la campaña para conseguir la firma del Tratado de Prohibición de Armas Nucleares que 122 países aprobaron el pasado julio, si bien entre éstos no figura ninguna potencia nuclear. “Enviamos un mensaje a todos los países, sobre todo a los que tienen armas nucleares”, dijo la presidenta del Comité Nobel, Berit Reiss-Andersen.

Enfatizó, sin embargo, que la concesión no supone una crítica a ningún país en concreto. “Con este premio no queremos dar una patada a nadie (…) sino llamar la atención sobre un gravísimo problema al que el mundo se enfrenta”.

La secretaria general de la ICAN, Beatrice Fihn, se mostró profundamente agradecida y dijo haber temido en un primer momento que se tratara de una broma.

Finn, no obstante, sostuvo que está preocupada porque una persona tan impulsiva como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pueda tener el poder de apretar el botón nuclear.

Por su parte, Estados Unidos “no firmará” el tratado de prohibición de armas atómicas.

“Este tratado no hará que el mundo sea más pacífico, no conducirá a la destrucción de ninguna arma nuclear, ni fortalecerá la seguridad de ningún estado”, dijo un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos.

El anuncio no cambia la posición de Estados Unidos sobre este tratado”, que ignora los desafíos de seguridad actuales haciendo necesaria la disuasión nuclear”, insistió.

ICAN, luchadora incansable

La Campaña Internacional por la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) es una coalición integrada por 468 organizaciones no gubernamentales con sede en Ginebra que trabaja desde hace años por el desarme nuclear en el mundo.

Las organizaciones, con presencia en 101 países de los cinco continentes, se fusionaron hace diez años para luchar juntas por conseguir un tratado vinculante contra las armas nucleares. Su fuerza motora no eran los gobiernos, sino decenas de miles de activistas de más de un centenar de países que trabajaban con el mismo objetivo.

En México destacan el Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI) y la asociación Médicos Mexicanos para la Prevención de la Guerra Nuclear.

El arzobispo sudafricano y Nobel de la Paz Desmond Tutu, el músico de jazz Herbie Hancock o el Dalái Lama son algunos de los que apoyan a la organización.

El mundo celebra el galardón

Después de galardonar a la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) con el premio Nobel de la Paz, la comunidad internacional, además de celebrarlo, espera convencer a Corea del Norte a que regrese a la mesa de negociaciones.

El galardón a la ICAN es un recordatorio de que hoy más que nunca necesitamos un mundo sin armas nucleares”, escribió en Twitter el secretario general de la ONU, António Guterres.

Por su parte, México, uno de los principales promotores del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y El Caribe, más bien conocido como el Tratado de Tlatelolco (1967), subrayó que la ICAN cumplió una “gran labor para generar conciencia mundial sobre las catastróficas consecuencias humanitarias que tendría el uso accidental o intencional de las armas nucleares”.

Y así, también mostraron su satisfacción otros países de la región como Colombia, Costa Rica y Brasil, así como líderes de la Unión Europea. Sin embargo, otros como Rusia y la Organización del Atlántico Norte (OTAN) reaccionaron con reservas.

El Tratado de Prohibición de Armas Nucleares no nos acerca a la meta de un mundo sin armas nucleares”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

El portavoz del Kremlin Dmitri Peskov, señaló que Rusia “respeta la decisión”, pero aclaró que “Moscú es un miembro responsable del club atómico”.

Excélsior


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