Pakistán, de luto por atentado; 69 muertos
La ciudad de Lahore fue escenario de un atentado suicida que dejó al menos 69 muertos; en el lugar había puros católicos
La ciudad de Lahore fue escenario de un atentado suicida que dejó al menos 69 muertos; en el lugar había puros católicos
Lahore, 28 de marzo.- Al menos 69 personas murieron y 340 resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado ayer en el parque Gulshan-e-Iqbal en Lahore, ciudad al este de Pakistán, donde cristianos (una minoría religiosa en ese país) celebraban la Pascua.
“El kamikaze logró entrar al parque y se hizo estallar cerca del área de juegos para niños, donde jugaban en los columpios. Es por esto que la mayoría de víctimas son niños y mujeres”, declaró un alto funcionario de la ciudad de Lahore, Mohammad Usman.
El parque se encontraba lleno de familias que habían ido a pasar la tarde del domingo, como es habitual los fines de semana, especialmente en los meses anteriores a la llegada del sofocante verano en ese país.
El grupo insurgente Jamaat ul Ahrar, una escisión del principal grupo insurgente de Pakistán, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), asumió la autoría del atentado.
“Reclamamos la responsabilidad por el ataque contra los cristianos que celebraban la Pascua”, dijo el portavoz del grupo islamista Ehansullah Ehsan al diario paquistaní The Express Tribune.
Ehsan indicó que el atentado forma parte de la cadena de ataques de este año bautizada como Saut-ul-Raad (la voz del trueno) y que continuará a lo largo de 2016.
El gobierno provincial del Punjab, cuya capital es Lahore, informó en su cuenta de Twitter que ha declarado el Estado de emergencia en los hospitales de la ciudad y ha organizado transportes para llevar donantes de sangre a los centros médicos, al tiempo que anunció tres días de luto oficial.
Lahore cuenta con unos siete millones de habitantes, lo que la convierte en la segunda ciudad más grande de Pakistán. Se encuentra a sólo pocos kilómetros de la frontera con India.
En Pakistán la minoría cristiana representa cerca de 2% de la población de ese país mayoritariamente musulmán sunita de 200 millones de habitantes.
En los últimos años, varias iglesias fueron objetivo de ataques en Lahore, bastión del primer ministro Nawaz Sharif, en la provincia de Penyab.
Algunos cristianos también fueron acusados de haber ofendido al islam, crimen al que se aplica la pena de muerte en Pakistán, de acuerdo con la controvertida ley sobre la blasfemia.
El ataque ocurrido ayer, el peor desde el asalto talibán a la escuela de Peshawar en el que murieron 125 alumnos en 2014, sacudió Pakistán en un momento de cierto optimismo por la reducción de la violencia a raíz de una operación militar en las zonas tribales.
Pakistán es un país con capacidad nuclear que enfrenta la violencia de insurgentes del Talibán, bandas criminales y grupos sectarios.
Agencias
