Columna de columnas nacional (05 jun 17)
Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del lunes 05 de junio de 2017. Elección de Estado: a irrupción de Gómez y Morena en el Estado de México, junto con los enormes negativos del presidente trasladados a Del Mazo, le crearon un entorno hostil que obligó al gobierno […]
Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del lunes 05 de junio de 2017. Elección de Estado: a irrupción de Gómez y Morena en el Estado de México, junto con los enormes negativos del presidente trasladados a Del Mazo, le crearon un entorno hostil que obligó al gobierno y a su partido a abrir la chequera y comprar voluntades a billetazos…
Rayuela
La autoridad electoral del Edomex hacía proyecciones en favor de Del Mazo, mientras los resultados oficiales situaban a Delfina dos puntos arriba.
Elección de Estado
Raymundo Rivapalacio describe, en Eje Central, lo que caracterizó la elección de esta jornada electoral: intervención gubernamental: “La elección en el estado de México fue, para todos los efectos, una elección de Estado. El presidente Enrique Peña Nieto responsabilizó a la secretaria de Desarrollo Urbano y Territorial, Rosario Robles, como el enlace del gobierno con la campaña de Alfredo del Mazo, que tuvo este domingo un despliegue del gabinete legal y ampliado en tierras mexiquenses. El secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique Miranda, fue enviado a la zona de Valle de Bravo, donde hay un alto número de programas sociales. El de Salud, José Narro, a Ecatepec. En los municipios conurbados de la Ciudad de México trabajaron la llamada “ruta de la leche”, bajo la dirección del director de Liconsa, Héctor Pablo Ramírez Puga, quien desde las seis de la mañana trabajó con el padrón de los beneficiarios de la leche gubernamental. Margarita González, la operadora electoral de Robles, lo apoyó, junto con el director del ISSSTE, José Reyes Baeza, que se concentró en Neza. El gabinete estuvo trabajando todo el día, y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, le fue pasando al presidente la información de cómo se iba comportando el electorado. Era fundamental para el PRI el arranque de la jornada. Para el primer corte de las encuestas de salida esperaban iniciar el día con una ventaja de ocho puntos sobre Delfina Gómez, de Morena, porque de otra forma, dijeron estrategas de Del Mazo, se complicaría el día. Entre 8 y 10 de la mañana es cuando el PRI moviliza los programas sociales, que es como les llama a sus clientelas electorales dentro de los padrones federales. La movilización continúa más allá de esa hora y termina cerca de la una de la tarde. Las encuestas de salida que empezaron a circular alrededor de las 11 de la mañana, mostraban que Del Mazo aventajaba por sólo cinco puntos a Gómez, aunque varios encuestadores reportaron que la gente no estaba respondiendo a la salida de la urna, aparentemente porque la fuerte vigilancia en las casillas los intimidaba. Algunas casas encuestadoras decidieron hacer su encuesta de salida a una calle de la casilla, y los resultados mostraban un empate. A las 11 y media enviaron al PRI una encuesta atribuida al CISEN, en la que Del Mazo aventajaba por 1.13 puntos a Gómez, mientras que una más a las dos y media de la tarde, había reducido la ventaja a 12 décimas de punto. (…) El despliegue federal coronó la ofensiva más agresiva, por masiva y sistemática que se recuerda en una elección mexicana, en contra de una candidata (o candidato), como fue el caso de la cruzada contra Gómez, con lo cual se intentó compensar los negativos de Del Mazo y los pesados lastres que arrastraba, en gran parte con el descrédito del presidente Peña Nieto. (…) La irrupción de Gómez y Morena en el estado de México, de la mano de Andrés Manuel López Obrador, junto con los enormes negativos del presidente trasladados a Del Mazo, le crearon un entorno hostil que obligó al gobierno y a su partido a abrir la chequera y comprar voluntades a billetazos. La compra del voto comenzó en dos mil 500 pesos y terminó en cuatro mil; la compra de credenciales de militantes de Morena, en esta última semana, alcanzó los 20 mil pesos. Los priistas compraron espacio en las paredes de las casas por cuatro mil pesos para colgar propaganda, porque el Instituto Nacional Electoral sólo contabiliza los espectaculares. Ante tantas reglas formales, la campaña se convirtió en un caldo de cultivo para la informalidad, que aprovechó el PRI”.
La maquinaria le gana al hartazgo
Luego de las cerradas elecciones del día de ayer, la posibilidad de que Alfredo del Mazo obtenga el triunfo en el Estado de México es de gran importancia para su partido. En El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “si el resultado del conteo rápido del instituto electoral mexiquense, que declaró anoche ganador a Alfredo del Mazo con un máximo de 33.56, contra un 31.73 máximo de Delfina Gómez, se confirma con el conteo de los votos, que el aparato electoral del PRI, potenciado con el dinero público, logró vencer al hartazgo y a la inconformidad antisistema, que no le alcanzó a Morena y a su candidata para provocar una alternancia histórica que se quedó a menos de dos puntos de diferencia […]. La mínima diferencia de máximo dos puntos con los que puede terminar la elección mexiquense son dos puntos que para el PRI y para el Presidente valen oro, pues representan una bocanada de oxígeno para un partido […]. Para López Obrador, en cambio, la derrota tiene varias aristas. A reserva de las acciones de impugnación que emprenda y del efecto que tengan en la anulación de casillas, es claro que en el discurso de ‘ganamos pero nos robaron’, el tabasqueño tendrá que ser más moderado […] de lo que ha sido en otros procesos electorales […]. Porque además, él sabe y lo vimos todos, no habrá autoridades electorales ni tribunales que, aun habiendo materia y causales, se avienten a invalidar o anular la elección mexiquense […]. Por lo demás, el alto nivel de votación, histórico para un partido opositor en el Estado de México, es altamente positivo para Morena y para López Obrador rumbo a 2018 […]. A Peña Nieto, en cambio, esa victoria, por pírrica que algunos la quieran ver, con sus dos puntitos, le fortalece al interior de su partido […]. El Presidente podrá, a partir de su triunfo en su estado, tener un mayor margen de maniobra para controlar la sucesión presidencial y definir al candidato de su partido, ante los grupos internos que ya se aprestaban, en vista del escenario de derrota en el Edomex, a golpear a un grupo gobernante que saliera vencido de su propia tierra”.
Cartelización electoral
Julio Hernández López, en La Jornada, también escribe sobre la intervención estatal, pero además el hostigamiento y brotes de violencia que se sucedieron en donde hubo elecciones: “A reserva de conocer los resultados de la jornada electoral mexiquense (esta columna se terminó de redactar dos horas después de que fue cerrada la recepción de votos en las mesas correspondientes), el dato mayor ha sido la liberación del ánimo violento desde las oficinas de mando político, particularmente en cuanto al estado de México. Como nunca antes en la muy accidentada historia electoral de las décadas recientes, se promovió y permitió una estrategia de abierto hostigamiento contra los principales opositores, en una escalada de provocaciones y agresiones que coloca a los poderes dominantes (el peñismo, con sus expresiones nacional y mexiquense) bajo la etiqueta de cártel político, radicalizada la obsesión tricolor que busca el desmantelamiento (casi la proscripción) de Morena. Al inventario histórico de la mapachería mexiquense fue agregado en esta ocasión un comportamiento grupal e institucional equiparable a los cárteles del crimen organizado (o, en realidad, ensamblados ya y en operación conjunta los intereses de ambas partes): amenazas con cabezas de cerdo, cruces, coronas funerarias y cartulinas; secuestros y agresiones contra representantes electorales, y el uso desbordado de dinero para financiar las campañas de proselitismo, pero, sobre todo, el funcionamiento de las estructuras electorales subterráneas. La profusión de actos delictivos de índole electoral y la insuficiencia institucional para prevenirlos, frenarlos y combatirlos generó en Veracruz, Coahuila, estado de México e incluso Nayarit (donde la victoria panista se daba por descontada) una alteración del ánimo social que lo mismo se reflejó en un alejamiento de las urnas (ante el fundado temor de actos violentos) que en una generalizada desconfianza respecto de los resultados oficialistas. En el estado de México, Alfredo del Mazo Maza tuvo que salir de manera descuadrada a proclamarse triunfador de la contienda, sin sustento documental ni jurídico alguno, atropellando el curso de las instituciones encargadas del ramo, poniendo en evidencia su necesidad extrema de aparentar un ánimo victorioso. Delfina Gómez Álvarez hizo lo mismo, con el mismo defecto de origen, la falta de sustento a la hora de esa temprana colocación de lauros, pero su posicionamiento, desde el flanco opositor y ante una maquinaria oficial desatada en su contra, buscó frenar el lance desesperado de Del Mazo en busca de proclamarse vencedor mediante un madruguete.
Guerra de encuestas patito
Las elecciones en el Estado de México fueron una auténtica guerra, desde las declaraciones de los candidatos, hasta el conteo de las boletas al término de la votación, ante ello, en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “la jornada del domingo se vio marcada por un elemento que viola la legislación electoral: la profusa difusión de ‘encuestas de salida con datos de las supuestas preferencias que en ese momento tenían los candidatos del PRI, Alfredo del Mazo, y de Morena, Delfina Gómez, en el Estado de México. La penetración y distribución de estos ejercicios comenzó después de las 12:30 horas, y se prolongó hasta las 16:30 horas, con distintos cortes y diferentes cifras, unas que daban a don Alfredo arriba y otras que ponían a doña Delfina por encima del priísta. Fue una guerra que encontró su plataforma y terreno de confrontación en las redes sociales y en WhatsApp, utilizadas por marcas y casas desconocidas. En pocas palabras, encuestas patito que buscaron influir en el ánimo de los votantes mexiquenses y que también se replicaron para los comicios estatales en Coahuila. ¿Qué hará la autoridad electoral con la difusión de esta propaganda de cara a las elecciones presidenciales de 2018? ¡Ay, nanita!”.
Dinero, elecciones y la puerta falsa
El dinero fue uno de los factores que caracterizaron esta elección en el Edomex, pues de acuerdo con el periodista Carlos Puig, en su columna para Milenio, escribe que: “Dinero entregado en hoteles, dinero repartido a operadores, dinero en bolsas, en coches, dinero sacado de licitaciones millonarias y probablemente ilegales, dinero en tarjetas, en efectivo, en transferencias. Dinero por todas partes. Todo es dinero en las elecciones. Si usted votó ayer en alguno de los cuatro estados, y si no lo sabía, le informo que los representantes de partido que estaban en su casilla, cobraron un dinerito por estar ahí. Y todos los candidatos por los que usted votó, todos, se sentaron con algún empresario, o líder sindical, o líder transportista, o líder de alguna organización, o Gobernador de su partido, a quien le pidieron ayuda y quien, a su vez, les dio un dinerito, o les prestó unos camiones, o les movilizó a unos miles de afiliados, o les compró unos anuncios, y con ellos, hoy, irremediablemente, ese candidato ya está en deuda […]. La semana pasada, el diputado Pedro Kumamoto festejó la aprobación de una reforma bajo el lema ‘sin voto no hay dinero’. La reforma reduce el dinero a los partidos cambiando la referencia de la fórmula de padrón total a votos válidos emitidos en la última elección. La reducción es de más de la mitad. Entiendo que Kumamoto está respondiendo a un ánimo social que odia a los partidos y que, por tanto, odia darles dinero […]. Reducir dinero público no abarata las elecciones. Hacer un spot, o una camiseta, o una bandera, o rentar unas sillas, o transportarse, cuesta lo que cuesta. Si el dinero no viene del erario, vendrá, aún en mayor proporción de grupos de interés que después, como ahora, nomás peor, controlarán al ganador. El sistema electoral está enfermo. Grave. La medicina debe ser la correcta. A veces, la equivocada, es peor”.
Ganadores y perdedores en las elecciones
En esta guerra por el Edomex, es relevante mencionar a “los ganadores”, aquellos que lograron sacar alguna ventaja de la contienda electoral por la gubernatura de dicha entidad, por ello en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “más allá de lo que digan los cómputos finales y, por supuesto, los tribunales, la jornada electoral de ayer arroja ganadores y perdedores que no son del todo evidentes. Ganan, de entrada, la izquierda. En el caso del Estado de México es claro que entre Morena y el PRD se llevaron más de la mitad de los votos. Los números, ahí sí, son contundentes. Gana también la política de alianzas electorales, como lo demuestra el triunfo del PAN-PRD en Nayarit y en las elecciones locales de Veracruz. Ganan Ricardo Anaya y Alejandra Barrales. El panista llega a la definición de la candidatura presidencial de su partido con 12 gubernaturas bajo el brazo, incluida la de Nayarit de ayer. Y podrían ser 13, dependiendo lo que pase en Coahuila. La perredista entrega un PRD reposicionado, a pesar de tener en contra a buena parte del perredismo. Hay que decirlo: gana también la desmemoria del electorado pues, más allá de quién gobierne finalmente Coahuila, es innegable que el PRI obtuvo una alta votación con todo y los Moreira y su moreirazo. Gana Morena al haberse convertido en el enemigo a vencer en el Estado de México, inclusive por arriba del propio PRI. Además logró convencer a electores usualmente adversos, como lo demuestran sus triunfos en bastiones panistas y priistas. Y la panista Josefina Vázquez Mota gana dos cosas: un aplauso por admitir su derrota y la certeza de que lo suyo, lo suyo, no es ser candidata.”
Celebración anticipada
Sobre las celebraciones anticipadas., en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “para salir a declararse vencedores apenas unos minutos después de cerrarse las casillas, Alfredo del Mazo y su equipo se basaron en 34 casas encuestadoras que, aseguran, tenían números ‘muy acordes’ con el tracking diario que hicieron durante toda la campaña. En su círculo detallan que Del Mazo vivió la jornada electoral entre su casa de Huixquilucan y el Comité Directivo Estatal en Toluca, a media hora de distancia, siempre acompañado por su esposa, Fernanda Castillo; sus hermanos Adrián y Alejandro, así como de su coordinador de campaña, Ernesto Nemer”.
Madrugadores
Quien criticó la actitud de los candidatos que cantaron la victoria, fue el Excélsior, pues en su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “el término de la jornada electoral quedó de manifiesto que, al cerrarse las casillas en los cuatro estados donde hubo comicios, los líderes nacionales de los partidos abrieron conferencias de prensa, escalonadas, en las que todos se declaraban vencedores. Se equivocaron al querer madrugar a sus opositores con una fórmula tan desgastada. Qué triste la falta de responsabilidad democrática de los candidatos que no respetan las reglas y, sin evidencias, se declaran vencedores. Tache para todos, pues de esa forma los únicos perjudicados son los ciudadanos. Faltó olfato político y, lo más importante, sentido común”.
Anticipación de vísperas
Por su parte, en Milenio, el periodista Carlos Marín, resalta las anticipadas celebraciones de los candidatos de PRI y Morena y escribe que: ”incontinentes, Delfina y Alfredo, Alfredo y Delfina, cayeron en lo mismo que jamás ha tenido sentido; apresurarse a decir que ganaron la gubernatura mexiquense. Impensable que los dos ganaran. Con lógica impecable, Juan Zepeda […] lo dijo muy bien ayer: los demócratas genuinos contienen sus ansias y, antes que celebrar vísperas, aguardan los resultados de ley. La inercia de la política vulgar que se practica en México ha vuelto a manifestarse. Urge que lleguen los días en que, en lugar de contribuir a la siembra de sospechas, los buscadores de poder en cargos de elección abran la boca únicamente con resultados inobjetables para celebrar triunfos o felicitar al adversario favorecido por la mayoría de los votantes. Bien que la autoridad electoral del Edomex acatara la ley con su conteo rápido de un significativo 75 por ciento para no quedar en entredicho, pero muy riesgoso que Del Mazo festejara cuando en el PREP, aun con un triste veintitantos por ciento de lo verificado, lo aventajaba la profesora…”.