Gasolina y partidismos…

Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del lunes 07 de enero 2019. Un mundo sin carteros: Putin, Trump y López Obrador contra Apple, Amazon o Danone. El desencanto que producen los excesos y distorsiones de la globalización ha puesto de moda una vez más algo que parecía […]

07/01/2019

Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del lunes 07 de enero 2019. Un mundo sin carteros: Putin, Trump y López Obrador contra Apple, Amazon o Danone. El desencanto que producen los excesos y distorsiones de la globalización ha puesto de moda una vez más algo que parecía condenado al gabinete de los anacronismos: el Estado Nación. Gasolina y partidismos: la aprobación formal de una Guardia Nacional y el Fiscal General. Discutamos cómo vamos a resolver, entre todos, el problema de la debilidad institucional en México…

Rayuela

Cuando la comunicación de un gobierno fluye a tiempo, en forma y fondo, no hay lugar para insidias.

Un mundo sin carteros

Jorge Zepeda Patterson, en SinEmbargo, escribe lo siguiente: “Putin, Trump y López Obrador contra Apple, Amazon o Danone. El desencanto que producen los excesos y distorsiones de la globalización ha puesto de moda una vez más algo que parecía condenado al gabinete de los anacronismos: el Estado Nación. Súbitamente parecería que el nacionalismo es la única respuesta a la frustración que deja en los pueblos la subordinación a una economía abierta. Treinta años después de la caída del Muro y del supuesto fin de la historia, con la hegemonía absoluta del mercado libre, está claro que el proceso ha dejado muchas frustraciones y hartas víctimas. La mano invisible de los mercados no terminó por globalizar el bienestar de los pueblos del mundo. Primero porque esa mano no tenía nada de invisible toda vez que los titiriteros claramente despachaban desde Wall Street, Silicon Valley y Pekín imponiendo sus intereses al resto. Y segundo, porque lejos de generalizar el bienestar, el fenómeno terminó disparando la desigualdad entre países, entre regiones dentro de cada país, entre ramas económicas y, sobre todo, entre sectores sociales. Zonas completas en África, Medio Oriente o Centroamérica perdieron presencia en los circuitos productores de valor; regiones puntuales en todos los países (desde Ohio o Luisiana en Estados Unidos, Zacatecas o Oaxaca en México, Extremadura en España y un largo etcétera) simplemente no pudieron articularse a los nuevos mercados; industrias nacionales y agriculturas tradicionales fueron barridas por el tsunami mundial sin poder reconvertirse a los nuevos tiempos. Como respuesta han surgido, y más bien por impulsos emocionales, nuevos líderes que pugnan por una resistencia local frente a las desventuras globales: el Brexit, Donald Trump y su America First, Putin y su relanzamiento de la gran Rusia, y otros émulos en Hungría, Italia o Brasil de corte reaccionario o versiones de izquierda como López Obrador en México. (…) No está mal que los países reaccionen y que no se entreguen incondicionalmente a una globalización dictada por los mercados y que trae tan cargados los dados a favor de unos y en perjuicio de otros. Mucho puede hacerse para matizar sus daños y redistribuir sus beneficios. Pero está claro que no puede haber regreso a un mundo pre Amazon o pre Netflix. Las diligencias no tienen cabida ni las máquinas de escribir podrán sustituir a los teclados digitales. Nadie tiene la culpa de los que los carteros sean un oficio en proceso de extinción y sería absurdo reinstalarlos por decreto. La nostalgia no es posible en los nuevos escenarios. Habrá que redefinir el papel de los gobiernos y de los organismos multilaterales para buscar un balance entre el ámbito nacional, cada vez más exiguo querámoslo o no, y la escala mundial. Reconocer la globalización no equivale a una rendición inevitable; el nacionalismo o los gobiernos estatales no son una salida pero pueden ser los gestores de una globalización más civilizada. A condición de en entenderlo”.

Gasolina y partidismos

Julio Hernández López, en La Jornada, escribe lo siguiente: “El desabasto de gasolina en varias ciudades del país se ha convertido en una franja más de conflicto partidizado. No es menor el factor del combate al robo sistemático de combustible, conocido como huachicoleo. Los primeros reportes del gobierno lopezobradorista apuntan a graves complicidades entre políticos, anteriores funcionarios de Petróleos Mexicanos y grupos criminales para aprovecharse de esa riqueza nacional. Desarmar un tinglado delictivo de tal tamaño no puede ser tarea fácil ni exenta de complicaciones en puntos delicados como el suministro de combustible a los centros de expendio. Sin embargo, los adversarios del lopezobradorismo, que están a la diaria caza de las pifias o enredos del Presidente, aseguran que el desabasto en varias urbes se debe a decisiones gubernamentales mal tomadas, en específico a la utilización de pipas para la distribución por carretera, en lugar de los tradicionales ductos, largamente aprovechados para el huachicoleo. El diferendo sobre las causas y consecuencias de las restricciones gasolineras ha llevado a partidistas de un bando a insinuar que la crisis en el suministro se debe a que los gobiernos locales permitían o impulsaban el robo de combustible, y otro segmento de opinantes habla a su vez de un castigo selectivo, partidistamente intencionado, desde Palacio Nacional, a gobiernos que se le oponen o resisten. Hasta ahora no ha prendido ninguna de las banderas o consignas que han pretendido enarbolar los opositores al lopezobradorismo, pero es evidente que hay una aplicada búsqueda del tema que permita a esos adversarios intentar un salto explotable: mucho se insistió en la inminencia de una catástrofe financiera por la supresión del proyecto del nuevo aeropuerto internacional, pero no llegó el caos anunciado. Tampoco se ha podido vertebrar un rechazo fuerte a la decisión de no acompañar al Grupo de Lima en una declaración contra el gobierno de Venezuela. (…) En la agenda legislativa están dos temas complicados: la aprobación formal de una Guardia Nacional que ya ha sido impuesta, por la vía de los hechos, y que a juicio de opinantes, como el que estas líneas teclea, agravará la tragedia del país mediante la militarización más exacerbada que hayamos conocido. Cambiar de uniforme o nombre a soldados y marinos no resolverá el problema de fondo que sigue activo, que genera cada vez más muertes y hechos delictivos. Los secretarios de Seguridad Pública, Alfonso Durazo; de la Defensa Nacional, Luis Sandoval, y de la Marina, José Rafael Ojeda, hacen malabarismos para tratar de justificar que en los hechos ya funcione la Guardia (incluso en proceso de contratación de personal), cuando oficialmente la idea no ha sido aprobada por el Congreso. Discusión a fondo habrá también en cuanto al nombramiento del fiscal General de la Nación, con el morenismo decidido a colocar ahí a un lopezobradorista explícito, a contrapelo de la exigencia de grupos civiles de que haya autonomía real de ese funcionario clave”.

Diferencias

Lorenzo Meyer, en El Universal, escribe que: “El artículo inicial de la edición de fin de año de The Economist, (22/12/18), aborda, una vez más, un tema que preocupa a la revista: el populismo. Como lo ha hecho antes, mete en la misma canasta a un conjunto muy heterogéneo de gobiernos, entre ellos el que preside en México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). México está en el elenco que desespera a The Economist por la pretensión de AMLO de enfrentar al capitalismo global para “restaurar la soberanía económica de su país”. Es de suponer que son el discurso y las medidas contra las “reformas estructurales” de Enrique Peña Nieto, en particular la energética, que no pueden ser bien vistas por un medio tan apegado a Adam Smith. Como sea, desde la óptica de los partidarios de la globalización, el esfuerzo por recuperar algo de la menguada soberanía mexicana, hace que en nuestro país se dé un rasgo populista: el sentimiento de nostalgia por el pasado. Donald Trump, por ejemplo, se propone “hacer de nuevo grande a Estados Unidos”. Xi Jingping está empeñado en un “sueño chino” que borre las humillaciones que Occidente le infringió en el pasado y recrear la “edad de oro” del imperio chino. Jaroslaw Kaczynski busca restaurar lo que supone son los viejos valores de la sociedad polaca. En la India o Brasil también buscan en sus respectivos pasados la respuesta nacionalista a males que suponen son derivados de la globalización y el neoliberalismo. Desde luego, y eso hay reconocerle a The Economist, si bien no pone a Inglaterra en la canasta populista, tampoco la salva de haber caído en la nostalgia. El “Brexit” es producto de la añoranza por la época en que Gran Bretaña era un poder global que no había abdicado de su soberanía, como sí ocurrió al entrar en la Unión Europea. (…) Frente a los argumentos de The Economist, se puede sostener que el México que votó por un cambio en 2018, no se asemeja en su proyecto al EU de Trump o al Brasil de Jair Bolsonaro (tan deseoso de asociarse a Trump). En nuestro caso, quienes apoyaron el cambio mediante un voto claramente mayoritario, no intentan volver a un pasado, sino encontrar ahí inspiración para ganar un futuro inédito pero que se quiere sea mejor. Es cierto que el logo del nuevo gobierno mexicano está formado por los rostros históricos de Hidalgo, Morelos, Juárez, Madero y Cárdenas, pero eso no significa que se quiera que la actual república laica sea sustituida por otra donde una iglesia vuelva a estar en el centro de la sociedad, como era la intención de Hidalgo y Morelos. De ellos se rescata su valor y su lucha por la independencia y, en el caso de Morelos, por una sociedad menos desigual. De Juárez, su lucha contra los franceses y un emperador austriaco, pero no su dureza contra las formas de propiedad colectiva de los pueblos. De Madero se aquilata su valor para enfrentar a la dictadura porriana, pero no su obstinada negativa a reconocer el peligro que representaban los intereses creados del antiguo régimen. Del general Cárdenas se admira su entereza y sagacidad para aprovechar las contradicciones del sistema internacional y llevar con éxito la nacionalización del petróleo, así como su esfuerzo por saldar la deuda histórica con los campesinos vía la reforma agraria, pero no el lado corporativo de su política, que terminó por servir al autoritarismo priista y socavar los intereses de los grupos populares a los que se pretendió favorecer. (…) La reacción mexicana contra ciertos efectos del neoliberalismo, es muy distinta a la norteamericana, brasileña o polaca. La inconformidad mexicana proviene del deseo de liberarse de la corrupción, el autoritarismo, la inseguridad y la desigualdad extrema, pero sin buscar el futuro con una carta de navegación que nos regrese al pasado. El camino mexicano se propone metas realistas y relativamente modestas: corregir los innegables. Del pasado busca inspiración, no su reproducción”.

Dejémonos de tonterías

Raymundo Rivapalacio escribe en El Financiero: “Como decíamos ayer, parafraseando a Miguel de Unamuno, después del reposo, el encono sigue y la polarización avanza. Su última expresión, el ejecutómetro del periódico Reforma, publicado el miércoles pasado, que mencionaba, sugiriendo actos del crimen organizado, que el número de asesinatos durante el primer mes de gobierno de Andrés Manuel López Obrador había sido 65% superior al último mes de gobierno de Enrique Peña Nieto. Quienes antes validaron esa misma no-metodología de Reforma, la criticaron en defensa de la nueva administración, y quienes antes criticaban a los críticos por utilizarla para denostar a quienes ya se fueron, hoy los censuraron por su incongruencia. La realidad es que todos están y estaban mal, nunca quisieron aceptarlo, y soslayan los temas de fondo sobre el tema de la seguridad que son los que deberían de estar en la mesa de la discusión. (…) Dedicarle la prensa tanto empeño a esta desinformación, llevó a que varios fenómenos importantes no fueran registrados en su plena dimensión para entender lo que estaba sucediendo. Niños empuñando armas fueron vistos como una degradación de la violencia, y no como uno de los ejemplos de cómo el Estado mexicano iba ganando la partida a las organizaciones criminales, que tenían que reclutar miembros cada vez más de chicos ante la pérdida de sus cuadros. Las fugas en las cárceles de miembros de cárteles se registraron unidimensionalmente, y no como una externalidad de que el reclutamiento de niños y jóvenes tampoco funcionaba y necesitaban a su gente experimentada. Los asesinatos en las cárceles tampoco fueron vistos como otro de los fenómenos de esa lucha, donde los cárteles empezaron a matar a sus rivales en las prisiones para evitar que replicaran otros la estrategia. Todo esto nos pasó de noche y seguimos envueltos en la misma discusión fallida. (…) Mucho se hizo después, por las presiones de Estados Unidos, para que México atacara a los cárteles de la droga. El gobierno de Vicente Fox abandonó la estrategia y al entregar el mando a Felipe Calderón, casi un centenar de municipios estaban bajo control total del narcotráfico. A pocos les gustó su guerra contra las drogas, aunque logró recuperar los territorios. El de Peña Nieto, mucho se ha escrito aquí de ello, fue un desastre. Volvieron los cárteles a conquistar territorios, se fortalecieron, nacieron algunos y la violencia se atomizó en cientos de pandillas más violentas que los criminales trasnacionales. Lo que tenemos lo venimos arrastrando hace buen tiempo. Dejemos de discutir sobre ángulos que engañan, como los ejecutómetros, y discutamos cómo vamos a resolver, entre todos, el problema de la debilidad institucional en México”.

Preocupante arranque de año

En Milenio, el periodista Carlos Marín, quien escribe que: “la pesadilla con que hoy empieza el año se sintetiza en el desabasto de gasolina, nunca visto, en varios estados de la República, de manera escandalosa en ciudades como Aguascalientes, Guadalajara, Toluca, León y otros municipios de Guanajuato, Michoacán, Hidalgo y Querétaro. Pero la incertidumbre sobre lo que suceda con la economía es mucho más dramática por la echada a la calle de miles de trabajadores de confianza en las instituciones públicas, la reducción de las percepciones […] y la desconfianza que sigue generando en los inversionistas la insensata cancelación del aeropuerto en Texcoco […]. Y respecto de la mayor preocupación social: la creciente inseguridad, la apuesta por una Guardia Nacional que atraviesa por un descocado proceso que va de la carencia de su marco constitucional, al prepotente reclutamiento anticipado para una corporación legalmente inexistente. La escasez de gasolina quiere justificarse con el cierre de ductos para que dejen de robarla los huachicoleros. Tan luminosa estrategia equivale a cerrar el sistema Cutzamala porque los ladrones de agua perforan tomas clandestinas. ¿El combustible se abastecerá con pipas? En época de escasez, en algunas colonias de la capital del país hay auge de secuestro de las unidades que reparten agua. Para la Guardia Nacional se ofrecen 50 mil plazas. ¿Cuántos puestos de confianza desaparecerán? En el gobierno federal eran hasta noviembre, aproximadamente, 270 mil y no se sabe de nadie que ahora quiera darse de alta como polisoldado”.

El nuevo gobierno

También en Milenio, Héctor Aguilar Camín, escribe sobre la falta de equilibrio en la democracia mexicana luego del primer mes de nuevo gobierno y comenta que: “en los comicios presidenciales de 2018, los votantes mexicanos diluyeron muchos de los contrapesos inherentes a la democracia. Dieron el poder a una mayoría absoluta y a un gobierno sin equilibrios. Pusieron ambas cosas en manos de un viejo conocido de la política mexicana, Andrés Manuel López Obrador, y de una opción partidaria desconocida, llamada Morena. Empezamos a ver el despliegue sin sosiego del nuevo gobierno en los días, usualmente sosegados, de las fiestas navideñas. Empieza a quedar claro, con leyes y presupuesto, el proyecto infatigable que escogieron los votantes. Se trata de un gobierno cuyo eje es la concentración del poder en la figura del Presidente y de su gobierno. La concentración tiene varios frentes. Uno, es la reasignación del presupuesto en favor de clientelas y programas del Presidente y de su gobierno, a costa de estados y municipios, a costa también de los otros poderes y de los órganos autónomos del estado. Otro frente es el de la creación de una estructura de poder paralela en los estados y en los municipios, mediante la figura de los superdelegados federales y sus 300 coordinaciones regionales. Una redefinición inconsulta del federalismo mexicano. Un tercer frente es la centralización de las tareas de seguridad pública en una Guardia Nacional, con 256 bases regionales, cuyo diseño anticipa una ocupación militar del territorio, con una cadena de mandos únicos que responden al Presidente y a su gobierno. A esto habría que agregar la consolidación territorial como partido político y el ascenso burocrático de Morena, todavía un ente amorfo, pero capaz de volverse una potente organización electoral, estado por estado, y un ejército de reserva para los puestos que deje libres la ofensiva del nuevo gobierno contra la burocracia. Por último, pero clave: la concentración del espacio público mediante la presencia ubicua del Presidente y su discurso. La ubicuidad satura pero obliga a mirar. Convence o no convence, pero se impone, gobierna. Está presente siempre, todos los días, desde la primera hora hasta la última, con distintos temas pero con un solo mensaje: el espacio público ha de ser del Presidente y de su gobierno, nada más, con algunos convidados de piedra”.

Lo bueno, lo malo, lo feo, lo terrible

En el Excélsior, Jorge Fernández Menéndez, quien escribe que “el 2018 concluyó con la misma turbulencia que tuvo el inicio de 2019. El accidente en el que murieron Martha Erika Alonso, la Gobernadora de Puebla, y su esposo, el líder del PAN en el senado, Rafael Moreno Valle, la tarde del 24 de diciembre pasado, es un hecho de profundas consecuencias políticas que, además, exhibió la peor cara de nuestra política […]. Las versiones en las redes sociales, lanzadas desde ámbitos cercanos a Morena, de que todo había sido fraguado para que el matrimonio se fugara a Dubái es tan infame como asegurar, sin prueba alguna, que la Gobernadora y el Senador fueron asesinados […]. Pero de la misma forma en que el 2018 terminó con esa sombra que mucho tardará en dispersarse, el 2019 comenzó con una buena noticia. La elección de Arturo Zaldívar como nuevo Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación fue celebrada casi por unanimidad. El Ministro Zaldívar es un hombre con un talante liberal, abierto, que se involucrará de lleno en la recomposición de un sistema judicial que ha cometido errores, pero que también ha estado bajo asedio desde el propio poder […]. E, inmediatamente después vino el gasolinazo que no es gasolinazo, ‘porque no suben los precios en términos reales, sólo sube el precio, pero no sube más allá de lo que sube’, según han explicado los encargados de la hacienda pública. Lo cierto es que el aumento de la gasolina fue del 5 por cierto, pero la decisión de cerrar ductos para evitar el huachicoleo y transportar la gasolina en pipas ha provocado, además, especulación y desabasto en varios estados. Y mientras se prepara la reunión de embajadores y cónsules que comienza esta semana, la primera que será encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, México terminó respaldando a Nicolás Maduro y evitando el consenso en el Grupo de Lima, en una decisión lamentable, aplaudida, por cierto, por la presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky que calificó como una ‘aberración’ el desconocimiento de la elección de Maduro. Una cosa es la política de no intervención […] y otra muy diferente cerrar los ojos ante una dictadura brutal: eso no está en la tradición diplomática de México e ignorar lo que está haciendo Maduro con su pueblo es por lo menos vergonzoso. Y es también una forma de aislarnos y no entender que esa política le dejará la influencia real en América Latina al impresentable y ultraderechista Jair Bolsonaro, nuevo Presidente de Brasil, a donde también comenzarán a fluir muchas inversiones que tratarán de aprovechar la coyuntura que les abre ese gobierno y la incertidumbre para los negocios que ha generado México con la suspensión de la construcción del nuevo aeropuerto y la indefinición en la política energética. Así comienza el 2019, con todas sus contradicciones, con sus avances y retrocesos”.

Preocupa desabasto de gasolina

Excélsior, Frentes Políticos, asegura que: “Emmanuel Reyes Carmona, Diputado federal del Partido de la Revolución Democrática por Guanajuato, advirtió que, ante el riesgo de que el país se paralice por la falta de combustibles, el Presidente Andrés Manuel López Obrador debe dar una explicación de lo que en realidad está ocurriendo. “A mí me parece que el gobierno federal nos está escondiendo verdaderamente lo más grave de esta situación, que es el costo económico que implica la importación del 80 por ciento de la gasolina de Estados Unidos”, indicó el legislador federal perredista. La falta de combustibles en diversas entidades es sólo un reajuste en la distribución que rápidamente los oportunistas convirtieron en botín político”.

Improvisación y crisis de gasolina

En El Universal, Ricardo Raphael, escribe que: “fue el jueves 3 de enero que comenzó el desastre: la escasez de combustible provocó compras de pánico y especulación. Fue también un buen negocio de principios de año para los huachicoleros más gandallas. Cinco días lleva el desabasto y Pemex pide a la ciudadanía que tengamos paciencia. Asegura que hay combustible suficiente y que las medidas de seguridad emprendidas para evitar el robo de gasolinas son la causa de la escasez. La paraestatal tomó la decisión de aprovechar la primera semana del año para reparar los ductos que reúnen a la refinería de Salamanca con las 13 terminales de almacenamiento y reparto (TARs) de la zona occidente del país. Por esos ductos se transporta alrededor del 19 por ciento del combustible nacional y se trata del segundo botín en importancia para el robo de gasolina […]. El error cometido fue que, para repararlos, Pemex cerró los ductos provenientes de la refinería de Salamanca, sin hacer un cálculo correcto del inventario existente en las (TARs) del occidente que, a su vez, suministran a las gasolineras de Zacatecas, Aguascalientes, Jalisco, Colima, Michoacán y Guanajuato. Tal cosa coincidió con que, justo en estas fechas de principios de año, el consumo nacional tiende a crecer entre un 12 y un 15 por ciento. La tormenta fue perfecta: Pemex cierra los ductos para clausurar las tomas clandestinas sin verificar que las TARs de la zona occidental estén convenientemente abastecidas, en un momento en que tradicionalmente el consumo se incrementa. Se trató de una decisión mal planeada y las consecuencias no se dejaron esperar: cuando los consumidores de Michoacán, Jalisco y Guanajuato se enteraron de que había crisis de combustible, cruzaron la frontera de sus respectivas entidades y comenzaron a realizar compras de pánico en las gasolineras de la zona centro del país, principalmente en Hidalgo, Querétaro y el Estado de México […]. Esto explica por qué la gasolina adquirida en las estaciones de la zona centro terminó vendiéndose en 27 y 30 pesos, por litro, cuando se redistribuyó en los estados del occidente. Lo sucedido mostró a los nuevos directivos de Pemex como funcionarios improvisados, incapaces de planear y, sobre todo, torpes a la hora de reaccionar. De este episodio podrán obtenerse mejores decisiones para el futuro: hay que mantener los TARs suficientemente abastecidos antes de cerrar los ductos. El mercado de los hidrocarburos enciende rápido los ánimos cuando funciona mal y, por tanto, hacer un llamado a la paciencia fue tan ingenuo como ridículo. Para enfrentar problemas graves se requiere de una estrategia rigurosa que en esta ocasión no se tuvo”.

Sin ductos no hay paraiso

Milenio, Trascendió, asegura que: “con la decisión que tomó Andrés Manuel López Obrador desde diciembre, de combatir el huachicoleo con el cierre de ductos, se volvió imposible suministrar a las terminales de almacenamiento vía pipas o ferrocarril. Y es que aun teniendo el producto en las terminales, resulta muy complicado abastecer a todas las gasolineras con las pipas actuales. En las costas hay mucho combustible porque llegan los barcos con producto importado, pero sin ductos no existe forma eficiente de llevar ese producto al centro del país, donde más pega el desabasto. A ver si es cierto que ya le abrieron a la llave”.

Va porque va

Sergio Sarmiento en Reforma, escribe que: “Andrés Manuel López Obrador es el gobernante más poderoso que ha tenido México desde los tiempos de José López Portillo, cuando el país sufría todavía la dictadura perfecta del PRI. Nuestro actual Presidente no le debe el poder a nadie. Ningún mandatario anterior le dio su candidatura con un dedazo. Él mismo formó el partido que lo postuló a la Presidencia. Hoy Andrés Manuel no sólo es cabeza del Poder Ejecutivo, sino que domina el Legislativo a través de su alianza de partidos. Ya ha escogido a un ministro de la Suprema Corte de Justicia y a dos miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México, uno independiente y el otro incondicional. A los órganos autónomos, que fueron los contrapesos del poder en los últimos gobiernos del PRI y del PAN, los está asfixiando con recortes presupuestarios. A los medios de comunicación y periodistas independientes que lo cuestionan, los acusa de conservadores, corruptos y fifís; cuenta, además, con un ejército de seguidores en redes sociales que hostiga a quienes lo critican, los tilda de chayoteros y los amenaza. (…) Sólo así pueden explicarse algunas de las decisiones que hemos visto en este todavía joven gobierno. La cancelación del aeropuerto de la Ciudad de México es quizá la peor, porque no se gana nada y en cambio se pierde mucho. El Tren Maya podría ser una apuesta para impulsar el desarrollo de la península de Yucatán, pero sin estudio de factibilidad, sin manifiesto de impacto ambiental y sin proyecto ejecutivo la decisión muy probablemente sólo llevará a la creación de un elefante blanco. (…) Un ejemplo costosísimo de esta nueva forma de tomar decisiones la da el desabasto de gasolina. Resulta que el propio Presidente ordenó suspender el transporte de combustible por ductos y utilizar en cambio pipas para este propósito. ¿Por qué? ¡Para evitar el robo de gasolina! Esto no sólo ha multiplicado los costos de distribución, ya que es hasta 15 veces más caro transportar combustible por pipa que por ducto, sino que ha dejado con un serio problema de desabasto a varias regiones del país. “Como se están dando estos cambios –-explicó el Presidente– puede ser que haya en algunos puntos desabasto, pero se está atendiendo, y pido a los ciudadanos la comprensión y el apoyo”. Pretender combatir el robo de combustible suspendiendo el transporte por ducto es una decisión simplemente irracional. Sería como suspender el servicio del Metro para evitar los robos en los vagones. El que lo haga el presidente López Obrador, y que todavía pida “la comprensión y el apoyo” de los ciudadanos, es alucinante. Esto sólo puede ocurrir en un país que ha desechado todos los equilibrios de poder para regresar a los tiempos en que un gobernante tomaba por sí solo todas las decisiones. sin importar cuán irracionales fueran”.

Funcionarios, aún sin declarar bienes

El Universal, Bajo Reserva, asegura que: “el reloj corre y aún quedan varios miembros del gabinete sin hacer públicas sus declaraciones de bienes y de conflicto de intereses como lo prometió el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador. Nos dicen que al menos algún titular de secretaría abrirá esta misma semana el detalle de sus recursos y propiedades y los de su cónyuge para hacer frente al ultimátum presidencial de que el que no cumpla se tendrá que ir. Nos comentan que varios de los funcionarios recibieron claro el mensaje del mandatario de que ‘no hay por qué ocultar lo que se tiene’, y se preparan para hacer públicos sus bienes. ¿Hasta cuándo tendrán tolerancia presidencial para abrir la información? ¿Todos cumplirán? ¿Todos se quedarán en el gabinete?”.

El sucesor de Moreno Valle

Reforma, Templo Mayor, asegura que: “los senadores panistas hay algunos muy preocupados con el perfil de su nuevo coordinador Mauricio Kuri, pues dicen que el relevo de Rafael Moreno Valle tiene relaciones un poco cuestionables. Y no lo dicen solamente porque lo apadrina el Gobernador queretano Francisco Domínguez, sino porque es muy cercano del polémico empresario Javier Rodríguez Borgio dueño de casinos, investigado por lavado de dinero y también señalado en investigaciones sobre una red de ordeña para abastecer a sus gasolineras. Tan cercanos son el panista y el empresario, que Kuri fue uno de los selectos invitados a la comida VIP para celebrar el cumpleaños del casinero. ¡Bingo!”.

@loscabareteros


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