Desde el confinamiento en casa ante el covid-19, Sebastián Rulli, protagonista de la serie El dragón: El regreso de un guerrero, señaló a Excélsior que para construir a Miguel Garza entrenó artes marciales por tres meses, con especialidad en aikido.

“Tuve clases intensivas de aikido, con mucho esfuerzo, porque era algo que nunca había hecho, y fue una disciplina muy complicada que demandó mucho tiempo y dedicación. Gracias a los maestros que tuve, salió muy bien y practicando con los stunts. Es una filosofía de vida muy interesante que me ayudó mucho. También el personaje habla muchos idiomas. Obvio no los aprendí todos, pero trabajé mucho en la fonética en cada escena, teníamos traductores, así que trabajando con fonética, salieron”, afirmó Rulli en entrevista telefónica.

El actor comparte escenas con Renata Notni en esta producción, que en la época de cuarentena que estamos viviendo se encuentra entre las diez series más vistas en Netflix en México, a pesar de que la primera temporada se transmitió en señal abierta.

La joven actriz recrea a Adela Cruz, con quien Sebastián Rulli mantiene en la historia una trama romántica.

“El dragón… siempre fue pensado para un público de televisión. Si lo quieren comparar con series tradicionales en relación al narcotráfico y la violencia, marca una gran diferencia, porque no hay escenas de violencia explícita, ni sexo explícito o vulgaridades.

“La serie está pensada para verse en familia con precauciones, porque hay temas que se deben explicar a menores. Yo que tengo un hijo de diez años, la ha entendido y no se ha sentido agredido ni visual ni auditivamente.

“Se trata de una historia muy completa, no sólo melodramática. Tiene mucha acción y suspenso. Está muy bien tocada para que la gente vea una realidad, porque es un mundo que transmutó, no sólo en el típico malo que tiene cadenas de oro y mujeres para decir que tiene poder”, explicó el actor, quien destacó que la calidad se cuidó al máximo, por lo que las grabaciones fueron en cada locación que se menciona, como Japón, EU, España y México.

“Visualmente fue espectacular, todo fue locación, no hubo escenas en foro, así que el nivel y ritmo de grabación fue arduo, de lunes a sábado, durante ocho meses sin parar, con 12 horas por día”, dijo.

Rulli afirmó que no está grabada una tercera temporada como tal, aunque la historia podría dar para más.

En la segunda parte de la serie El dragón: El regreso de un guerrero, creada por el reconocido escritor español Arturo Pérez-Reverte, la historia es más complicada debido a que la mafia se contrapondrá con el protagonista Miguel Garza, un joven que creció en Japón.

El personaje está alejado de su familia, de traficantes, de drogas, hasta que se hace cargo del cártel, con una nueva visión como especialista en economía: la de hacer a un lado la violencia y transformar las ganancias en dinero lícito. El actor detalló que el panorama que plantea es esperanzador, propone que sea desde las entrañas del narcotráfico donde se dé el verdadero cambio.

“Este personaje se mete con quienes hacen dinero dentro y fuera, contra la corrupción, el negocio farmacéutico y otros rubros que viven en torno a este negocio, haciendo daño a la sociedad”, dijo.

Rulli precisó que la serie de 82 episodios fue dividida en dos por la plataforma de streaming Netflix para lograr un mayor impacto, aunque fue planeada y grabada de principio a fin en una misma historia.

“En esta segunda parte, Miguel tiene una reacción diferente ante los hechos. Está muy interesante y muy bien escrita. El personaje tiene más poder, más dinero, y eso puede ayudarlo o perjudicarlo. Tiene una personalidad muy imponente, no es una víctima, toma decisiones duras y va con todo.

“Es una persona inteligente, con preparación y no está ahí porque no tenía opciones, sino que realmente decide tomar el toro por los cuernos y decide tratar de cambiar este mundo tan crítico y sin salidas, para que todos tengan un futuro mejor. Él tiene ese ideal y se considera capaz de lograrlo, aunque no todo depende de una sola persona, así que las circunstancias están complicándose. Está tan bien escrita la serie, que nos dejará sorprendidos estos últimos 44 capítulos. Es una historia que da para muchísimo”, concluyó.

Excélsior