Ya fuera por estar guardados tanto tiempo en casa, por el hastío de la cuarentena, curiosidad o por extrañar el cine, algunas personas asistieron a las 997 salas fílmicas que comenzaron operaciones este miércoles en la Ciudad de México. No obstante, fue evidente la poca asistencia en algunas salas.

Laura, de 26 años; Rocío de 23, y Roberto, de ocho años asistieron al Cinemex ubicado en Avenida Universidad la tarde de este miércoles para ver la cinta animada Escuela de miedo, mientras que los veinteañeros Lael, Paola y Gabriel optaron por ver la cinta de terror ruso Baba Yaga para entretenerse y pasar un buen rato.

“Creemos que es seguro venir. Estamos viendo que los cines están comprometidos con nuestra seguridad y no nos va a pasar nada si seguimos con los protocolos”, expresó uno de los jóvenes que compró los boletos en línea.

Mientras esta charla sucedía, se pudo apreciar que las zonas de comida y dulcería lucían con poca afluencia, salvo por los trabajadores del cine que esperaban detrás de las máscaras y las caretas con las que trabajarán de ahora en adelante mientras continúe la pandemia.

Jaime, de 50 años, y Beto, su hijo de 18 años, fueron a Cinépolis Universidad para ver Retrato de una mujer en llamas, cinta francesa que obtuvo una nominación al Globo de Oro a principios de año. “No tenemos miedo. Creemos que es seguro venir porque los cines están tomando todas las medidas necesarias para evitar contagios”, expresó el señor.

A ellos se sumaron Bertha y Aline, de 20 y 19 años, pareja que estaba buscando la oportunidad de ver Retrato de una mujer en llamas, cinta de época que aborda la relación de una pintora y una mujer de clase acomodada.

“Sólo venimos a ver esa película a la que ya le traíamos ganas”, comentó una de las chicas.

Esta misma cinta fue un gran atractivo tanto en Cinemex y Cinépolis como en la Cineteca Nacional, ya que la mayoría de los asistentes que se dieron cita en el día de la reapertura adquirieron boletos para esta película.

Excélsior