La muerte, tan terrible como inevitable, perder a un ser querido es un proceso por el que todos pasaremos en algún momento de nuestras vidas.

Hay de dos, vivir el duelo y afrontarlo o hundirse en la depresión, pensando en esto y en un intento por preservar los recuerdos Sergio Ochoa escribió a manera de terapia los mejores -y peores- momentos que vivió junto madre Leonorilda Ochoa, quien falleció en 2016 después de una larga lucha contra el Alzheimer. Así surgió el monólogo ‘El cuidador o ¡Mamá, las llaves del coche no van en el refri!’.

“Llegó un momento cuando falleció mi mamá que yo estaba muy triste y a manera de catarsis empecé a escribir todas las cosas que me sucedieron a su lado, desde las dolorosas hasta las divertidas. En ningún momento lo hice con el fin de hacer un monólogo, todo surgió en el proceso. Es una historia universal que a todo mundo nos puede pasar”, comentó el actor.

A través de esta puesta en escena nos relata su experiencia como cuidador, transportándonos a su intimidad familiar para dejar en nuestro presente la nostalgia del pasado y en el corazón, el deseo de vivir intensamente.

“Fijate que he encontrado en la risa una terapia sanadora. Hago las paces con el dolor riendo. La risa te abre a recibir cualquier tipo de mensaje”.

Debido a pandemia el actor tuvo que adaptarse y aprovechó las ventajas de la tecnología para llevar la obra a un formato digital. Este próximo sábado 14 de noviembre se presentará en streaming, los boletos pueden adquirse AQUÍ.

“Esto sigue y no se acaba, hay momentos cuando me come la angustia laboral y personal, pero tenemos la fortuna que son cambios que quizá nos harán mejores personas, lo mejor es adaptarse y afrontar con la mejor cara el día a día”, concluyó.

Excélsior