El director de “La maldición de Hill House” se declara muy fan de una película de terror actual

Mike Flanagan, a través de Twitter, ha mostrado su entusiasmo por una reciente y muy modesta producción.

23/04/2021

Terror psicológico en una de esas historias que dan auténtico mal rollo. Es la propuesta que ha fascinado a Mike Flanagan. El director y guionista estadounidense (también productor y montador) se ha convertido en todo un especialista en el género de terror. La miniserie La maldición de Hill House sea quizás su trabajo más conocido, además fue el creador de otra televisiva entrega posterior, La maldición de Bly Manor.

Ha adaptado a Stephen King en Doctor Sueño, la secuela de El resplandor, y en El juego de Gerald para Netflix. Ouija: El origen del mal era una precuela bastante mejor que la película original (tampoco era difícil) y Oculus: El espejo del mal, de 2013, el largometraje que le dio a conocer entre los aficionados al fantástico. Una trayectoria que certifica su pasión y que en su trabajo sabe desenvolverse entre las obras más personajes y las que intentan lograr el éxito comercial. Por ello hay que tener muy en cuenta cualquier recomendación suya, y la más reciente es una pequeña producción británica que le ha entusiasmado, a juzgar por el convincente tuit que ha publicado.

“Atrapado con ‘Saint Maud’. Excepcional. Tour de force interpretativo de Morfydd Clark, y oficialmente fan de por vida de (la directora) Rose Glass. Fenomenal personaje enfocado en el terror psicológico. Altamente recomendable”, ha expresado Flanagan.

Y efectivamente, Saint Maud es una película que ya ha sorprendido a muchos fans del género a su paso por diversos festivales (el de Sitges fue uno de ellos), y recibió dos nominaciones a los premios BAFTA (mejor película británica y mejor debut en dirección, guion o producción). También más de uno hubiéramos deseado que su protagonista, Morfydd Clark, estuviera entre las cinco finalistas al Oscar. En nuestros cines se estrenó el pasado 23 de diciembre.

Ha significado el ejemplar debut en el largometraje de Rose Glass, de 31 años, como directora y guionista, concibiendo la historia de la muy extraña relación que se establecerá entre una joven enfermera y una veterana bailarina retirada. Claustrofóbica y con un relato condicionado por la fe y los fanatismos religiosos, Sain Maud nos demuestra que los peores demonios, más que venir de fuera, pueden estar agazapados en nuestro propio interior.


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