“Un pequeño favor”, mujeres de poca confianza
Aunque en apariencia son polos opuestos, ambas, de una u otra forma, son letales y de poca confianza. Así, son Stephanie Smothers y Emily Nelson; la primera es una madre vlogger, con un título universitario en literatura y algo insegura, y la segunda, una mujer sofisticada y frontal, con aversión a ser retratada. Ambas entablan […]
Aunque en apariencia son polos opuestos, ambas, de una u otra forma, son letales y de poca confianza. Así, son Stephanie Smothers y Emily Nelson; la primera es una madre vlogger, con un título universitario en literatura y algo insegura, y la segunda, una mujer sofisticada y frontal, con aversión a ser retratada.
Ambas entablan una amistad y lo que sería un “pequeño favor” —Stephanie debe cuidar al hijo de Emily— se convierte en un cuento truculento con toques de comedia.
Un pequeño favor es un filme protagonizado por Blake Lively y Anna Kendrick, y dirigido por Paul Feig, quien vuelve a contar una historia de mujeres, basándose en la novela homónima.
Aunque con un mensaje de empoderamiento confuso, para Kendrick era importante enfatizar que la profesión no necesariamente está peleada con la maternidad.
“Hay una línea en la cinta en la que Stephanie habla de su nivel académico, tiene un título en literatura ‘pero eso fue antes de convertirme en madre’— dice—, eso se me hace tan desdeñoso: fomentar esa idea de que una vez que has tenido un bebé eso no importa y sólo estás hecha para ser mamá. Creo que es porque Stephanie es una especie de robot, está un poco alejada del mal ambiente a su alrededor, en cierto modo no se siente como un miembro de la sociedad, porque digamos que nada a su alrededor funciona, por eso está haciendo manualidades o cocinando en un vlog. Está haciendo labores que se piensan que son domésticas y femeninas, eso muchas veces es engañoso, porque yo no soy mamá, pero tengo una madre y creo que ella es maravillosa. Creo que, en efecto, cada vez que estás tratando de hacer algo bueno, de repente hay gente mala leche (…) lo cual es muy triste”.
La moda es un modo de expresión para Lively, y esto permea a su personaje que, gracias a la ropa, se vuelve un camaleón con un look masculino. El origen de este aspecto surgió gracias al director.
“Para mí fue interesante, porque cuando tuvimos el primer encuentro con Paul me dijo: ¿cómo crees que se ve? Normalmente tienes ese tipo de conversación después con el diseñador de vestuario, y al final me dijo: sólo quiero saber cómo crees que se ve, porque al final su vestuario es como un personaje más para ella, puesto que el modo en el que se puede esconder y tener varias vidas a la vez es cambiando looks, así se vuelve irreconocible. Así que una vez que vi a Paul y vi que se vestía bien, decidí vestirme como él, lo cual suena súper extraño. Es el mejor gusto para vestir que jamás haya tenido”, señaló.
Con varios giros de tuerca en la trama la relación de estos personajes es poco ortodoxa, sobre todo, si se habla de una amistad.
“Creo que es una amistad de un modo u otro; creo que cada una reconoce cualidades en la otra, por lo que ambas llegan a respetarse en cierta manera”, aseguró.
Además, uno de los momentos climáticos en el filme es cuando ambas se besan. Para el realizador, esto obedece a la soledad y el aprovechar las armas que se tienen en la vida para subsistir.
“Creo que es el momento que define a la cinta, porque ya viste sus personalidades bien definidas: Stephanie está desesperadamente sola, mueren por validación y por afecto, de quien sea, debido a todo lo que la vida les ha quitado. Emily es una sobreviviente, su sexualidad es su arma, la usa cuando quiere, pero no significa nada para ella”, explicó.
Al igual que con Damas en guerra, el reboot de Los Cazafantasmas o Armadas y peligrosas, Feig vuelve a contar historias de mujeres. “Me gustan las historias sobre las mujeres, siento que hay muchas historias sobre hombres, y los retratos de las mujeres no han sido tan tridimensionales como me gustarían. Así que me he dedicado a contar historias de mujeres que debieron haber sido contadas hace mucho tiempo”, enfatizó el realizador.
Sus actrices no pueden estar más contentas con el resultado y, sobre todo, con la visión que el director tuvo sobre sus personajes y la historia.
“Ésta fue una cinta que se hizo con fe, porque era un thriller y comedia; se tuvo que conectar con los personajes”, señaló Blake.
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