El golfista Abraham Ancer no recuerda un periodo en el que dejara de competir tanto tiempo, ni siquiera en su infancia. Desde su último torneo, el Arnold Palmer Invitational, en la primera semana de marzo y hasta el Charles Schwab Challenge, que a partir de mañana marca el reinicio del golf, serán poco más de tres meses sin competencia.

“Es por mucho el mayor tiempo sin jugar un torneo en mi vida desde los seis años, pero aproveché bien el tiempo. El primer mes y medio lo dediqué bastante fuerte al gimnasio, una rutina que, a lo mejor no habría podido hacer durante la temporada. Este último mes fue más como para regresar a la misma normalidad de elasticidad y flexibilidad, entonces me siento muy bien físicamente”.

El tamaulipeco de 29 años disfrutaba su mejor temporada como profesional, en la que ya sumaba tres top 10 (T4 WGC-HSBC Championship, T8 Mayakoba Golf Classic, T2 American Express) cuando se suspendieron actividades por el nuevo coronavirus. A lo largo de cuatro campañas en el máximo circuito, Ancer ha adquirido experiencia que será de utilidad para el complejo calendario que se avecina.

“Los torneos grandes son los que me han dado mucha confianza, porque son en los que siento mucha presión. Cada vez me encuentro en mejores posiciones más seguido y cada vez me siento más cómodo y creo que eso es lo que me ha dado la confianza de seguir trabajando”.

El tour rescató un calendario de 36 torneos, con 10 eventos cancelados y otros pocos con cambios de fechas. Uno de los eventos que no se realizará fue el British Open, uno de los cuatro majors, y un torneo que Ancer deseaba disputar.

“El British Open es un tipo de golf que me encanta. No se ha dejado los últimos años, me han tocado tee times difíciles y eso es parte de lo que hace que me guste, que los campos sean difíciles. Sí, fue uno de los torneos que me duele mucho que se haya cancelado”.

Comienza la nueva normalidad
El Charles Schwab Challenge marcará el reinicio del PGA Tour, máxima gira de golf, en la cual militan los mexicanos Abraham Ancer y Carlos Ortiz.

El Colonial Country Club reunió un field sumamente competitivo, pues ansían regresar a la actividad después de 94 días sin competencia. El número uno del mundo, el norirlandés Rory McIlroy encabeza la lista en la que lo acompañan 17 de los mejores 20.

Para que todo esto fuera posible el PGA Tour y su consejero médico, el doctor Tom Hospel, redactaron un protocolo de seguridad de 37 páginas que fue enviado a los jugadores semanas previas al evento.

Adicionalmente, enviaron pruebas de covid-19 a sus casas y les recomendaron cerciorarse de no estar infectados antes de viajar a Fort Worth, Texas. A su llegada a la sede el PGA Tour realizó pruebas a jugadores y caddies, únicos permitidos dentro del complejo. El número de personas dentro de los inmuebles, estará monitoreado e incluso restringido en algunos casos.

Jugadores y caddies tendrán acceso a vuelos chárter, proporcionados por el circuito para trasladarse de un torneo a otro. Los caddies no tienen permitido tocar ni los bastones ni las bolas de los jugadores.