Se reparten triunfo Hermoso de Mendoza y Juan Chávez

Lo mejor para Hermoso de Mendoza llegó con el segundo toro, al que le hilvanó una monta variada y lucida, con arriesgadas suertes

03/02/2016

Lo mejor para Hermoso de Mendoza llegó con el segundo toro, al que le hilvanó una monta variada y lucida, con arriesgadas suertes

Ciudad de México, 03 de febrero.- El rejoneador español Pablo Hermoso y el diestro mexicano Juan Chávez, se repartieron el triunfo en la corrida por el día de La Candelaria en la localidad de Salvatierra, Guanajuato, al cortar dos y tres orejas por bando.

Pablo Hermoso de Mendoza

Hermoso de Mendoza y Chávez alternaron en este festejo de la Feria 2016, con el matador mexicano José Mauricio y el novillero local Emiliano Villafuerte, quienes se fueron con una oreja como premio.

Se lidiaron ejemplares de las ganaderías de La Paz, de San Pablo y de Cerro Viejo, todos con una regular presencia física y con un juego bastante irregular y variado.

Abrió la tarde el jinete navarro Hermoso de Mendoza con una monta discreta y voluntariosa, en la que poco pudo hacer ante un rival de escaso juego, y al que despachó pronto para llevarse algunas palmas.

Lo mejor para Hermoso de Mendoza llegó con el segundo toro, al que le hilvanó una monta variada y lucida, con arriesgadas suertes, las cuales remató mejor con la espada para cortar las dos orejas.

José Mauricio logró cortar una oreja en su primer turno, luego de una faena meritoria, templada y bien llevada, la cual coronó mejor con el acero. Al matar, sufrió una herida en el cuello, por lo que fue atendido en la enfermería.

Con su segundo ejemplar, el capitalino volvió a lucir con otro trasteo variado y valiente, pero ahora erró al matar para irse con algunas palmas. Regaló un sobrero, con el que tuvo la misma suerte, para recibir más palmas.

Juan Chávez cortó las dos orejas en su primer turno y cerró con otro apéndice en la segunda labor, luego de lograr un par de faenas bien estructuradas y mejor rematadas con el acero.

El novillero Emiliano Villafuerte también destacó en su labor, con un trasteo medido y lucido, ante un ejemplar que le permitió muchas libertades, las cuales aprovechó de principio a fin, para cortar al final una merecida oreja.


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