Agreden a médicos por falta de medicamento

De manera forzada, Jorge Arturo Cisneros Martínez, director de la Facultad de Medicina y Nutrición de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) puso la denuncia sobre la mesa durante una entrevista. Cada año en Durango al menos dos pasantes de medicina son agredidos en Centros de Salud por pacientes o sus familiares a […]

11/07/2016

De manera forzada, Jorge Arturo Cisneros Martínez, director de la Facultad de Medicina y Nutrición de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) puso la denuncia sobre la mesa durante una entrevista. Cada año en Durango al menos dos pasantes de medicina son agredidos en Centros de Salud por pacientes o sus familiares a causa de la falta de insumos.

quirófano

El mismo director de la Facultad negó que las agresiones sean algo grave para los estudiantes de medicina y le restó aún más importancia al afirmar que cada estudiante cuenta con un asesor que lo apoya en caso de algún incidente.

En 2015, el entonces presidente del Colegio Médico, Federico Martínez acusó que en los hospitales del Instituto de Seguridad Social y Servicios para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) había tal nivel de desabasto que se reutilizaban las jeringas, algo que las autoridades de salud se cansaron de negar.

Le pido a una joven médico que me cuente su experiencia, tanto en cuestión de seguridad como en cuestión de abasto en los hospitales del estado, ella hizo su internado en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y narra que la falta de insumos es casi tan común como las filas de pacientes.

“Mi primer servicio de rotación fue en el servicio de cirugía, ahí te das cuenta de las deficiencias que hay en el sector salud, hubo veces que duramos
hasta dos semanas que no había guantes”.

Gasas, soluciones y antisépticos son otros de los insumos básicos que pueden llegar a faltar hasta por 15 días, específicamente en el hospital 1 del Seguro Social, pero los testimonios de otros pasantes en la Secretaría de Salud son prácticamente los mismos.

“Cuidabas tus guantes como oro, para realizar una curación había días en los que no había ni jabón, ¿Cómo lo hacías? Literal con agua, con solución fisiológica, cuando había y si era una persona diabética y no tenía jabón, ni microdacyn (una marca de antiséptico), a esos pacientes no se les debe poner agua oxigenada, le hacía la curación con agua y ya”, relata.

El director del Despacho Juárez y Asociados, Medicina Legal Antonio Juárez Navarro reconoce que gran parte de las denuncias por negligencia médica se presentan debido a que los mismos doctores no saben comunicar al paciente o a sus familias que las deficiencias en la atención no se deben a la labor del médico sino a la falta de herramientas en la institución de salud.

Afirma que en México, el 90 por ciento de los casos en los que se acusa a un médico de mala praxis debe ser considerada una falta administrativa, puesto que es la falta de insumos, medicinas, equipo de trabajo o cuestiones personales, son la causa del mal servicio al paciente.

“En la mayoría de los casos se afecta más la salud pública por las carencias del sistema que por lo que el médico hace o no hace, al médico se le limita mucho en cuanto a los recursos materiales y humanos con los que cuenta, pero el más golpeado es el usuario, no el médico”, afirmó.

Pero para el titular de la Secretaría de Salud en el estado, Eduardo Díaz Juárez, la calidad en salud, al menos de la dependencia que él dirige ha registrado indicadores a la alza en temas como abasto de medicinas y tiempo de espera.

“Durango se ubica por arriba de la media nacional en varios rubros, uno de ellos el surtimiento de las recetas, traemos un surtimiento del 87.7 por ciento de las recetas surtidas al 100 por ciento, por otro lado el tema de la atención (…) traemos una calificación por arriba del 90 por ciento, nos miden los tiempos de espera (…) la medición real que traemos es que el tiempo de espera son 77 minutos, el rezago quirúrgico en cirugías programadas no va más allá de las dos semanas”, afirmó.

La percepción al interior es diferente. La misma médico relata que con la puesta en marcha del Seguro Popular el número de pacientes se incrementó alrededor del 50 por ciento pero ni los medicamentos, ni los insumos y tampoco el personal aumentaron. La política de hacer más con menos llevada a su máximo nivel.

De ahí que las quejas por negligencia y las agresiones contra el personal también hayan aumentado. Ella justifica el hecho que se envíe a un paciente que fue diagnosticado no grave a su casa bajo el argumento de que mantenerlo en el hospital representa una fuga de recursos materiales y humanos.

“Mi servicio social yo lo hice por la Secretaría de Salud, estaba recibiendo en un día hasta 20 o 25 consultas, cuando se supone que debes recibir 14 para brindar una buena atención. Eran menos de 10 minutos en ocasiones por paciente, 10 minutos”, enfatiza.

A pesar de la escasez que es ya el día a día en el sector salud, el Gobierno de la República decidió recortar seis mil 500 millones de pesos al gasto para este 2016, una medida que el diputado local que preside la Comisión de Salud en el Congreso, Octavio Carrete Carrete encontró polémica.

Se pronunció por que estos seis mil millones de pesos se recorten a procesos administrativos y no a medicinas, insumos y personal, aunque la falta de estos ya ha provocado agresiones al propio personal.

Sigue el relato de la médico durante la entrevista, explica que las agresiones son algo común para el personal, porque muchos pacientes o sus familias llegan predispuestos a que van a recibir un mal servicio, las amenazas de denuncia por negligencia incluyen procedimientos tan básicos como una muestra de sangre y el hecho de que solo haya Paracetamol como remedio mágico para cualquier padecimiento tampoco ayuda.

Cuando le pregunto si tiene alguna experiencia en la que se haya sentido en peligro abre los ojos y contesta con un sí decidido. Sucedió el año pasado cuando trabajaba en las Brigadas de Salud que consultan en las llamadas Casas de Salud y fue enviada sola al poblado 28 de Mayo.

“Estaba yo sola, ahí no hay enfermera, me llevaban y me quedaba yo sola con mi medicamento. En esa ocasión llegaron 35 pacientes, llegamos ahí a las nueve y me iba a regresar antes de las dos de la tarde, 35 pacientes para ese tiempo era muchísimo”.

Ese día en la camioneta que los llevaba a las comunidades iban varios compañeros, pero pasó antes por ella, faltaban alrededor de 12 pacientes los cuales se molestaron porque no recibirían consulta ese día a pesar del tiempo de espera.

“Me cerraron la puerta y me dijeron ‘no se va’ les expliqué que no era mi culpa pero cerraron la puerta y no me dejaban ir, me estaban gritoniando (sic) yo me sentí agredida, unas señoras agarraron medicamento y se lo llevaron”, estuvo retenida solo 15 minutos pero ni el chofer de la unidad se dio cuenta.

Tampoco hay mecanismos que eviten qué un médico agredido vuelva al sitio del incidente. En su caso dos semanas después del secuestro express fue enviada nuevamente al poblado. Respira al contar que le tranquilizó qué no estuvieran los mismos pacientes esperándola.


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