Arrasa plaga con producción de chile en Poanas

Desde 2014, las parcelas de los municipios de Poanas, Nombre de Dios y Vicente Guerrero, dedicadas a la siembra de chile, han sido atacadas por dos virus que no han podido ser extinguidos por diversos factores, este año las pérdidas económicas, solo para Poanas será de 150 millones de pesos. Para los productores de chile […]

08/08/2016

Desde 2014, las parcelas de los municipios de Poanas, Nombre de Dios y Vicente Guerrero, dedicadas a la siembra de chile, han sido atacadas por dos virus que no han podido ser extinguidos por diversos factores, este año las pérdidas económicas, solo para Poanas será de 150 millones de pesos.

plaga Poanas

Para los productores de chile en referidas demarcaciones no es una buena noticia recorrer su parcela y encontrar una planta cuyas hojas simulan la cabeza de una cobra. En el municipio de Poanas, que concentra la mitad de la producción estatal de chile se han encontrado cabezas de cobra en el 60 por ciento de los cultivos lo que significa una pérdida total.

La plaga apareció en la región desde hace dos años y arrasó con los cultivos, entonces, según narra el director de Desarrollo Rural de Poanas, Manuel Armando Ramírez Barrientos, los productores no supieron qué los “golpeó”.

Ese año se perdió el 50 por ciento de la producción de chile Puya y chile Poblano, después se supo que el virus Begomus y la bacteria Candidatus Liberibacter habían sido los responsables de la catástrofe, también se sabe que la Bemisia tabaci o mosquita blanca es el vector responsable de esparcir el virus.

Ahí inició el proceso, primero para identificar las causas que provocan la alta incidencia de plaga y luego para controlarlo, algo que según el director de Desarrollo Social de Poanas no se ha logrado tres ciclos de cultivo después.

Este año, la alerta la dio el dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), el diputado Carlos Matuk López de Nava, quien al criticar la falta de atención del delegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Tomás Fernando Castillo Hern denunció que en Poanas se han perdido ya dos mil 800 hectáreas de chile sin que haya intervención gubernamental para acotar los daños.

El gerente de la Comisión Estatal de Sanidad Vegetal, Leobardo Ramírez Ramírez negó que el problema se resuelva solo con la participación de autoridades sanitarias, debido a que el inconveniente más grave recae en la falta de organización de los propios productores para atacar el vector que transporta el virus de una planta a otra.

Este año, Sanidad Vegetal ha rociado mil 800 hectáreas con productos químicos, pero de nada servirá si las acciones no se desarrollan de manera conjunta por el 100 por ciento de los campesinos que se dedican a la siembra de chile.

Poanas plaga

Solo en Poanas son alrededor de mil productores y el 90 por ciento siembran chile criollo que se reconoce por ser uno de los más picosos del país, pero que tiene el riego de salir de un cultivo previo del cual eligen la semilla que plantarán el ciclo siguiente, lo que provoca que el virus siga presente en los campos de chile.

Leobardo Ramírez agrega otro factor a la ecuación, la mayoría de los productores, además de carecer de recursos técnicos para mejorar la semilla no cuentan con recursos económicos para hacer frente a la emergencia, lo que deja solo acciones paliativas que terminan afectando a productores vecinos.

Para el presidente del Colegio de Agrónomos de Durango, Arturo Herrera Quiñonez sí existe omisión oficial en el tratamiento de la plaga porque fue el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) del estado de Zacatecas quien a título personal y con recursos propios identificó el virus.

Para la Comisión de Sanidad Vegetal ha quedado claro que se trata de un virus, un geminivirus específicamente, que no sobrevive en el suelo, se hospeda de manera exclusiva en la planta y que no se erradicará mientras no haya organización entre los productores pero para los campesinos el panorama aún no es claro.

Hay dudas sobre dónde se hospeda el virus y los vectores durante el invierno, cuáles son los enemigos naturales de la mosquita blanca, si se transmite en la semilla y también si sobrevive en la tierra una vez que un cultivo se rastrea.

Armando Ramírez negó que en 2015 haya habido un control exitoso de la plaga, lo que sucedió entonces fue que muchos productores, con el antecedente de 12 meses atrás decidieron sembrar otro tipo de cultivo como maíz, avena o frijol para reducir el riesgo de una pérdida total.

A los 40 días de plantadas las dos mil 847 hectáreas de chile en Poanas empezaron las primeras señales de que no sería un buen año en el municipio, donde la mayoría de los 100 jornales que representa la siembra y cultivo de frijol son trabajados o cobrados por familias de las localidades cercanas.

La enfermedad se encuba en la planta al menos 15 días, significa que cuando la temida cabeza de cobra aparece lo único que se puede hacer es echar andar el tractor y pasarle por encima al cultivo, rogando que aún sea tiempo de sembrar otra cosa como maíz, frijol o avena para no perder el año.

Si se toma en cuenta que el año pasado se pagaron 90 mil pesos por cada tonelada de chile seco que salió del estado, las pérdidas para este 2016 oscilarán entre los 150 millones de pesos para los productores de ese municipio.

Las pérdidas no solo serán económicas, el presidente del Colegio de Agrónomos recalca que debido al control deficiente de la plaga ésta ahora es más resistente a la aplicación de productos químicos, donde antes bastaba una aplicación ahora son necesarias dos o tres para lograr el mismo resultado.

Los costos de producción también van a la alza debido a que el precio de los insecticidas puede ir desde los 100 pesos hasta los mil, dependiendo de la función que tenga en el cultivo y aunque la Comisión de Sanidad asegura que aún tiene productos disponibles para distribuir gratis entre los productores, el gerente también reconoce que una vez que la planta está infectada no hay nada que hacer.

Además debería considerarse el incremento en los niveles de contaminación que provocan estos productos, no solo con la muerte de las comunidades de insectos que resultan benéficos para el equilibrio natural de la región sino también en lo que a depósitos de agua como manantiales y corrientes subterráneas se refiere.

Otro daño colateral de la plaga de chile será que posiblemente habrá escases para el mercado local que es donde se distribuye la mayoría de lo que se cosecha en la región al no haber proyectos de exportación.


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