Itziar Ituño saca la cara por las mujeres
“Ya estoy bien, pero el covid es muy contagioso y peligroso. Es necesario quedarse en casa para no contagiar a los demás”, platica la actriz Itziar Ituño, quien alcanzó la popularidad con su personaje de Raquel Murillo, (Lisboa) en la serie La casa de papel. Ella se enfermó de forma leve, por lo que su […]
“Ya estoy bien, pero el covid es muy contagioso y peligroso. Es necesario quedarse en casa para no contagiar a los demás”, platica la actriz Itziar Ituño, quien alcanzó la popularidad con su personaje de Raquel Murillo, (Lisboa) en la serie La casa de papel.
Ella se enfermó de forma leve, por lo que su recuperación fue rápida y participó en la reunión virtual que realizó el elenco con motivo del estreno de la cuarta temporada de la exitosa serie.
“Es bueno que haya críticas por parte de los seguidores. Yo he escuchado muchos más comentarios a favor que en contra, pero es bueno que haya críticas. Era un reto complicado continuar con el éxito de las primeras temporadas, pero ha funcionado bastante bien. En Netflix nos dicen que hemos tenido bastante éxito”, comenta Itziar.
“Cuando comenzamos con el proyecto, sabíamos que estábamos haciendo una buena serie, pero no sabíamos del fenómeno en que se iba a convertir”, reflexiona la actriz, quien está por cumplir 46 años.
Originaria de Basauri, España, la actriz agradece la preferencia del público y que ahora sea conocida en muchos países.
“La serie se convirtió en bastante internacional. Tuvo mucho éxito en países como Brasil, Argentina, México. En Latinoamérica es una bomba. Y también en Europa, en Alemania, Italia, incluso más que en España. Ha sido una sorpresa muy grande y la respuesta ha sido increíble.”
La también cantante recuerda el detrás de cámaras que se vició durante las grabaciones de La casa de papel.
“El ambiente entre los actores fue muy divertido. Es verdad que había que hacer muchas escenas de acción y emocionalmente muy fuertes, pero nos reíamos mucho. Nos llevamos todos muy bien, sobre todo en la carpa de la policía donde hay tanta tensión. Sonrisas todo el tiempo sonrisas, un chiste detrás de otro. La pasamos muy bien, de verdad”.
La casa de papel muestra la historia de un grupo de ladrones (bautizados con el nombre de ciudades, para esconder su identidad) que atacan la Casa de Moneda. En la historia, Itziar Ituño pasa de un bando al otro, con tanto éxito que ya se está planeando realizar una quinta temporada.
“De mi personaje me gustan muchas cosas. Me gusta que es una mujer con cierta edad, que tiene una historia muy interesante para contar, porque hasta hace poco parece que las mujeres a partir de los 40 ya no éramos interesantes para hacer cine o televisión. Y eso está cambiando. Eso me gusta, porque Raquel tiene la misma edad que yo. Y tiene una historia muy potente.
Ituño asegura que las mujeres de más de 40 años pueden llegar a encabezar proyectos, lo que ella demuestra con su trabajo en la serie de Netflix.
“Se trata de una mujer fuerte, pero también es vulnerable, no porque sea una mujer implacable, es empática, sabe escuchar, es buena persona, tiene buenos valores y hay un acto dramático a lo largo de toda la serie donde ella va descubriendo que su mundo se le derrumba.
“Tiene una mirada del mundo, con otros ojos, con otra altura, porque se da cuenta que los buenos no son tan buenos ni los malos no son tan malos. Ya ni sabe quiénes son los buenos ni los malos. Y ella decidió irse con los ladrones no sólo porque se había enamorado del Profesor, ella ve también una posibilidad de cambiar al mundo”.
“Yo creo que no tengo nada que ver con Raquel Murillo. No, no, yo soy bastante más simple, me tomo la vida como viene, soy muy viajera, no veo al trabajo como una fuente de poder importante. Soy actriz, en el mundo actoral, podemos trabajar sobre nuestros personajes, pero siempre hay un director que dirige el barco. Creo que me parezco más a Raquel cuando se convierte en Lisboa.
“El norte de España, en el País Vasco ya la había conocido mucho antes de La Casa de Papel, por el rol de la lesbiana Nekane Beitia de la telenovela Goenkale que incluso tuvo mucha más duración en el mismo lugar donde ella nació, el 18 de junio de 1974. En el Teatro de Basauri, en Vizcaya, fue donde tomó las primeras clases de actuación, aunque terminó recibiéndose de licenciada en sociología y política, en la universidad.”
La carrera como actriz ganó su corazón, cuando consiguió el primer trabajo en Adiós Olentzero, adiós, película para televisión. Y aunque probó hacer música con el grupo de danza Dangiliske y tuvo algo de fama como cantante de rock con Ingot y el grupo EZ3 (que se pueden buscar en YouTube) nada se compara con el éxito que ha logrado con La casa de papel.
“Después del rodaje de la serie, ya había empezado con otro proyecto Hil-Kanpaiak (Campanadas a muerto), una película realizada en el País Vasco, en nuestra lengua, que estuvimos rodando en septiembre y octubre.”
Además de que resalta que las mujeres maduras sean las protagonistas de los proyectos, la actriz también destaca que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres.
“Hace unos años los papeles de las mujeres quizás no tenían tanto peso a la hora de narrar historias y creo que eso se ha estado está cambiando poco a poco. Las mujeres estamos ganando terreno ahí y el público lo está aceptando.
“Los papeles femeninos dentro de las historias ya no se remiten solamente a acompañar al protagonista masculino, a ser parte de la acción y ser el objeto que salvar, cosas así. Está cambiando muchísimo todo el panorama y creo que La casa de papel es una buena muestra de ello.
“En La casa de papel, es muy importante el rol que juega cada mujer en la serie, pero todavía falta que haya mujeres directoras, mujeres que operen las cámaras, guionistas. Todavía queda mucho trabajo por hacer, pero creo que vamos por un buen camino”, comentó entusiasmada.
“Como mujeres tenemos una lucha constante en la sociedad, porque nos exigen como figuras importantes en la sociedad, en la familia y además salir a trabajar.
“Creo que la sociedad pone demasiada carga a las mujeres, porque nos han inculcado que tenemos que dejar muchas cosas. Es importante destacar la libertad que hemos logrado y el poder que vamos ganando día a día”, finalizó.
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