Siempre en movimiento

Renovarse o morir. Casi tres décadas des­pués de haber iniciado su an­dadura, Café Tacvba está más vivo que nunca. La curiosidad de los inte­grantes de esta singular y exi­tosa banda de rock mexicana es directamente proporcio­nal a su edad: más años, más curiosos. La experiencia acu­mulada saltando de escenario en escenario no les ha hecho […]

29/07/2018

Renovarse o morir. Casi tres décadas des­pués de haber iniciado su an­dadura, Café Tacvba está más vivo que nunca.

La curiosidad de los inte­grantes de esta singular y exi­tosa banda de rock mexicana es directamente proporcio­nal a su edad: más años, más curiosos. La experiencia acu­mulada saltando de escenario en escenario no les ha hecho cansarse de conjugar el verbo experimentar.

Son toda inquietud. Joselo Rangel, Rubén Albarrán, Qui­que Rangel y Emmanuel del Real parecen llevar tatuada la palabra reto. Tan solo hace un año decidieron lanzarse al mar en su propio barco: Jei Beibi (2017), su último y nove­no álbum, no cuenta con la tu­tela de ninguna discográfica.

Y así, más libres e indepen­dientes que nunca, la banda se ha vuelto a retar a sí misma con una gira por Europa que le ha llevado a 11 ciudades de ocho países —Noruega, Sue­cia, Reino Unido, Francia, Ho­landa, Dinamarca, Alemania y España.

Tras 15 extenuantes días y a punto de terminar su Niü Güeis Tur por el viejo conti­nente, que no visitaban des­de hace 10 años, Excélsior ha podido charlar con ellos.

¿Qué sensación les deja esta gira europea?

Quique Rangel: Nos hemos llevado muy gratas sorpresas con esta visita. No sabíamos que íbamos a encontrarnos con tantos mexicanos, sud­americanos y tantos locales para los que la música de Ca­fé Tacvba es un referente.

¿Es diferente la conexión que se establece con el público europeo?

Emmanuel del Real: Hemos experimentado un factor que habíamos vivido en Estados Unidos, que es el de la emo­ción del que migró y se en­cuentra lejos, aunque aquí en Europa mucho más. Eso pro­voca una emoción muy po­derosa que se convierte en una energía muy constructi­va y muy positiva. Lo hemos disfrutado mucho.

En este último disco, Jei Beibi, Café Tacvba vuelve a demostrar que a pesar de los años es capaz de renovarse, de mostrar nuevas facetas ¿Cómo lo consiguen?

QR: Primero reconocien­do que somos individuos que crecen y que pasan por esta­dos y vivencias que no tienen que ver con las experiencias de cuando empezábamos y eso nos permite hablar desde otra perspectiva.

Musicalmente seguimos uti­lizando algunos ritmos tradi­cionales o autóctonos, pero nuestras referencias se han ampliado y las herramientas han cambiado como también lo hecho nuestra capacidad para utilizar los instrumen­tos, el estudio o las máquinas y eso nos lleva a lugares que reconocemos como una re­novación. No nos interesa re­petir un camino que ya he­mos caminado.

ER: Además, el grupo nace justamente de la necesidad de querer cambiar como in­dividuos, como creadores y de buscar algo que no había en la escena y tratar de en­contrarlo. Sin esa inquietud probablemente no podría­mos operar.

Ya tienen casi un año que decidieron independizarse de la industria disquera, ¿qué ha cambiado?

QR: Hemos tenido que deci­dir más cosas que antes re­solvía la disquera. Nos dimos cuenta que la función que tienen las compañías disque­ras es más bien de interme­diarios y que algunos aspec­tos son necesarios, pero que otros resultan un poco obso­letos. Con la existencia de las redes y la inmediatez de có­mo se distribuye la informa­ción hay cosas que no tie­nen mucho sentido. Es más chamba y más cosas en las que pensar, pero el resultado es mejor.

En paralelo a esta gira también han estado preparando un nuevo proyecto documental, ¿de qué se trata?

QR: Ha sabiendas de que nos encontraríamos con una ex­periencia nueva en Europa, Rubén (Albarrán) sugirió do­cumentarlo. La idea ha sido generar ciertas situaciones y tener algunos encuentros con gente interesante. Por ejem­plo, aquí en Barcelona estu­vimos con el escritor mexi­cano Juan Pablo Villalobos, nos interesaba conocer su vi­sión como creador mexicano viviendo en Barcelona y que nos hablara de ese puente.

En Londres se nos ocurrió ir al cruce de Abbey Road y es­tuvo divertido. Pensamos que el resultado se podrá ver en unos meses.

A punto de cumplir 30 años de trayectoria, Café Tacvba ha demostrado una y otra vez que es capaz de re­inventarse con éxito. Son una de esas extrañas excepciones en el mundo de la música. ¿Y el futuro? Ellos prefieren vivir el presente. Quizá por eso, a ritmo de cumbia electrónica, cantan eso de que “el futuro es hoy”.

Excélsior


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