“Se está perdiendo el derecho al gobierno”: Lorenzo Meyer

El historiador considera que México sufre un debilitamiento interno en seguridad, así como en el sentido de nación y en la soberanía generalizada. En Sinaloa se está perdiendo el derecho del gobierno a ser obedecido, pues cuando se pierde la capacidad de dar seguridad ciudadana, todo sentido de autoridad se desvanece, expone el historiador Lorenzo […]

20/03/2017

El historiador considera que México sufre un debilitamiento interno en seguridad, así como en el sentido de nación y en la soberanía generalizada.

Lorenzo Meyer

En Sinaloa se está perdiendo el derecho del gobierno a ser obedecido, pues cuando se pierde la capacidad de dar seguridad ciudadana, todo sentido de autoridad se desvanece, expone el historiador Lorenzo Meyer.

Indicó que lo que pasa en Sinaloa también ocurre en entidades como Veracruz, Tamaulipas y Guerrero, donde el crimen organizado ha rebasado a las administraciones, pero también al Estado nacional. Incluso vislumbró posibles estallidos civiles en la entidad.

Citando al clásico de la teoría política Thomas Hobbes, el analista experto en el sistema político mexicano explica que la única razón por la que una sociedad tiene que obedecer las órdenes de sus mandatarios es porque la misma provee la seguridad a cambio, “pero cuando no provee seguridad a cambio, pierde todo sentido de Estado, estructura de autoridad y el derecho a ser obedecido. Eso es lo que está pasando en Sinaloa. Lo mismo podemos decir de Guerrero y otros estados. Es que la legitimidad del estado se pierde con eso. No hay razón para suponerle la instancia que cuida lo esencial del ciudadano. Es que está desaparecido”, dijo.

Tras la fuga de cinco líderes del Cártel de Sinaloa y la difusión de un video donde se ve a un grupo de jóvenes que son entregados por policías a un comando armado, Meyer expuso que se está llegando a una situación crítica a nivel nacional.

“El presidente dijo que el Ejército es la institución de instituciones. Bueno, lo único que está diciendo es que la única institución que más o menos queda en pie, pero cuando es la única es porque ya fallaron todas las otras. Esto está llegando a una situación extrema y no puede mantenerse por mucho tiempo así”, dijo.

¿Se puede llegar como Estado a una situación como la de Colombia?

“Eso desde luego, pero qué significa eso. Citando a los clásicos, estamos en el estado de naturaleza donde el hombre es el lobo del hombre, y la fuerza es la que impera, por lo que el sentido de justicia se pierde en el sentido de una sociedad nacional. Simplemente se disuelve en el aire, y cada quien defiéndase como pueda, y es el sentido, digamos, más primitivo de la convivencia, en donde el fuerte impera y el débil es objeto de todo tipo de abusos. Bueno, ¿cuál es el sentido de la comunidad nacional? No hay. México es nada. Justo en este momento tenemos que estar enfrentando a unos Estados Unidos bastante raros, y todos con nosotros, es cuando estamos más débiles internamente. Se debilitan las dos cosas. Es decir, se debilita el sentido de seguridad, sentido de nación y soberanía”.

¿Estamos hablando entonces de que en Sinaloa el Estado de derecho está roto debido a las situaciones que se han presentado?

“Yo no diría “el Estado de derecho”, simplemente “el Estado”. Ya no busquemos el Estado de derecho, que eso es bastante complicado y sofisticado, simplemente el Estado. El sentido de autoridad, no hay razón para que uno encuentre la legitimidad de quien ejerce la autoridad”.

¿Hablamos de que las policías y las corporaciones ya están rebasadas por el narco?

“Los estados ya están rebasados desde hace mucho. ¿Cuántos se calculan que son las víctimas de la violencia entre esta supuesta guerra entre el Estado y el crimen organizado?”.

De acuerdo con cifras aproximadas, van un poco más de 300 muertos en 75 días de gobierno.

“Bueno, si hacemos una proyección a un año, las cifras se acercarían a mil 500 si fueran todas entre enfrentamientos del crimen organizado y el Estado. En el sexenio de Felipe Calderón fueron 200 mil, así que en conjunto esto es como si estuviéramos en una guerra civil. Está de la patada esto de la violencia. Ahora, decir que Sinaloa es un estado donde este perdió sentido, pero Sinaloa es parte de una federación. Cuando un estado pierde sentido, aunque sea con menor intensidad, se pierde el resto de toda estructura federal. Es un hecho que hay zonas donde se ve con agudeza la disolución del Estado, pero eso afecta todo. En efecto, como dice Peña Nieto, está quedando una sola institución. Y cuando queda una sola, y esa institución es la fuerza, como el Ejército, quiere decir que a todo lo demás ya se lo llevó el diablo, y esto no tiene sentido como presente y menos como futuro, por lo que continúa acumulándose”.

¿Es probable que Sinaloa detone en una guerra civil?

“Pues no toda Sinaloa. Supongo que en algunos segmentos del estado, así como Tamaulipas, Guerrero y parte de Michoacán. Es volver al siglo 19 en su peor aspecto. Es volver al 1870, cuando la inseguridad era lo que dominaba en México, y las poblaciones tenían que crear sus propias autodefensas y hacerles frente por ellas mismas a las bandas que después de las guerras civiles en México se desató la inseguridad. Pero, en serio, es como si volviéramos 150 años atrás”.

¿Es responsabilidad del gobernador el tema de seguridad?

“Yo no sé ya si es responsabilidad de un gobernador, sino que es responsabilidad de la federación en su conjunto porque el tema del narcotráfico no es de un estado o entidad. Es el conjunto porque el dinero del narcotráfico no se lava en el estado, sino que se lava en todo del sistema financiero de México, sino que también en Estados Unidos. La idea del narcotráfico es hacer dinero con los diferentes métodos, como sembrarla, distribuirla y demás. La otra es poner ese recurso en el sistema financiero nacional e internacional, por lo que sería mucho pedirle a un gobernador que él solo con su estructura local resuelva un problema que rebasa a cualquier estado de la República, y, por lo que veo, rebasa al Estado nacional”.

¿Cuál es la solución?

“No hay una respuesta fácil. La corrupción está en todos los niveles y es internacional también, pero solamente podemos atacar la nacional. El sistema político en general ya no funciona. No sé en qué medida el 2018 nos pueda ayudar a abrir las puertas a lo que se creyó en 1997-2000, cuando México entraba en una nueva etapa, pero no sucedió, solamente le dieron vuelta a la página. Se administró el problema, pero no se resolvió”.

El Debate


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