Aquí y en China, eso se llama Corrupción
Ni el PRI en sus años de gloria se atrevió a tanto. Pero la Cuarta Transformación que tiene como bandera principal la lucha contra la corrupción, parece que, en los hechos, aplica todo lo contrario, ya que Jazmín Esquivel Mossa, fue nombrada Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con un Senado […]
Ni el PRI en sus años de gloria se atrevió a tanto. Pero la Cuarta Transformación que tiene como bandera principal la lucha contra la corrupción, parece que, en los hechos, aplica todo lo contrario, ya que Jazmín Esquivel Mossa, fue nombrada Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con un Senado de la República controlado por el partido Morena.
Jazmín Esquivel, se convierte en un personaje con muy poca credibilidad en la impartición de justicia, por el simple hecho de ser la esposa de José María Riobóo, “el contratista favorito de AMLO”, que hizo el segundo piso del Periférico capitalino, y que además promueve el plan del aeropuerto de Santa Lucía, así como la ampliación del actual aeropuerto internacional y del uso del aeropuerto de Toluca, además de promover la cancelación del NAIM en Texcoco, rindió protesta con un Senado controlado por el partido Morena.
Los próximos 15 años será una Ministro que desequilibrará la independencia del Poder Judicial, ya que son muchos los favores y negocios entre su marido y el actual Presidente López Obrador, quién no tuvo empacho en apoyar ese nombramiento, que lo coloca como un presidente que infringió en un acto evidente de corrupción, actividad de la que siempre estuvo en contra durante los 18 años que duró en campaña por la presidencia de la república.
La Señora Ministro Esquivel Mossa, es la sustituta de Margarita Luna Ramos, derrotando en la terna a otras dos candidatas también morenistas, como Loretta Ortíz, y Celia Maya García, posicionándose en dicho cargo, en segunda vuelta, obteniendo 95 votos en favor.
La Ministro también tiene en su haber la cercanía con el Canciller Marcelo Ebrard, ósea, forma parte de la realeza de Morena. Además, tiene un caso controversial sobre el apoyo otorgado a la construcción de la super vía Poniente. También ha sido señalada por colocar en cargos públicos a recomendados o personas afines a la nueva encargada de administrar justicia en el máximo tribunal de la nación.
La determinación había sido criticada como un detrimento a los derechos humanos en México. En su momento, hicieron serios pronunciamientos organismos internacionales, como el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), así como la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), y la Fundación para el Debido Proceso (DPLF), que señalaron en un comunicado que, Jazmín Esquivel Mossa y las otras dos aspirantes a ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tuvieron deficientes presentaciones el pasado 04 de marzo en sus respectivas comparecencias, y adicionalmente fueron señaladas por tener vínculos directos y activos con el Movimiento de Regeneración Nacional y el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Asimismo, dichos organismos internacionales aseveraron, que de llegar alguna de las tres, como Ministro de la Suprema Corte, podría consumarse un grave retroceso en materia de la protección de los derechos humanos del país, no solo reconocidos en los instrumentos internacionales de los que México es parte, sino también en la propia jurisprudencia de la Corte”.
Estas organizaciones señalaron también que la “independencia judicial obliga a los sistemas de justicia del mundo a elegir a sus autoridades basándose en tres ejes prioritarios, el mérito y/o trayectoria, la independencia partidista y en las capacidades. Por lo que el gran mérito de ellas es “ser amigas de AMLO” y las principales capacidades a destacarles es “ser amigas de Ebrad”. Y respecto de en la independencia partidaria, es que su fortuna millonaria se la deben a la gestión de AMLO en el entonces Distrito Federal.
Por último, quisiera cerrar mi opinión amable lector con una pregunta al aire: ¿De verdad cree el presidente Andrés Manuel López Obrador que somos tan ingenuos para no darnos cuenta del acto de corrupción en el que por decisión personal decidió involucrarse?
¡Y apenas van poco más de 100 días de su gobierno!
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