Columna de columnas nacional (16 feb 18)

Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del viernes 16 de febrero de 2018. Los cuentos de Navarrete: buscó defender lo indefendible… lo dicho por el secretario son cuentos que buscan engañar a la nación con retórica y conceptos tramposamente adaptados a su propósito político. #GobiernoEspía… Seguridad: ideas […]

16/02/2018

Desde la redacción de @loscabareteros ponemos a su consideración la “Columna de columnas nacional” del viernes 16 de febrero de 2018. Los cuentos de Navarrete: buscó defender lo indefendible… lo dicho por el secretario son cuentos que buscan engañar a la nación con retórica y conceptos tramposamente adaptados a su propósito político. #GobiernoEspía… Seguridad: ideas para cuando lleguen al poder… Chihuahua: rehén por entregar. Peña Nieto, ¿otra vez Trump…?

Rayuela

Los dreamers tienen sus días contados. La maquinaria Trump y asociados están dispuestos a arrasar con todo lo que les moleste.

Los cuentos de Navarrete

Raymundo Rivapalacio escribe en El Financiero acerca del fiasco de Navarrete al justificar el Cisen: “Ni siquiera en una película cómica se había visto lo que sucedió en el momento más extraordinario, por lo ridículo, de lo que va de las campañas presidenciales. Un precandidato, Ricardo Anaya, confronta al conductor de una camioneta que lo seguía desde hacía días. Decide hacer una selfie grabación para ir narrando lo acontecido. Susurrando, no lo fuera escuchar a quien venía en el otro auto, y con la voz un poco quebrada, Anaya describía lo que pasaba y lo que haría: confrontarlo. Se identificó como José Juan Gaeta, agente del Cisen, apodado El Botas, adscrito a la delegación de Veracruz. Tan inconcebible era el episodio, que parecía un montaje de Anaya. Todo olía a chapuza hasta que el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, decidió engañar a la nación. “No se trata de un caso ni de espionaje ni de espionaje a opositores ni de medidas de carácter clandestino”, explicó el secretario para minimizar el episodio. “Todo lo contrario, que la persona que va se identifica plenamente, va a bordo de un vehículo oficial, está realizando funciones que es el seguimiento y darle continuidad a las campañas”, dijo Navarrete Prida. “Esto tiene fundamento en el artículo 19 de la Ley de Seguridad Nacional, que señala, entre otras, la obligación del Cisen de preservar los procesos democráticos fundados en el correcto desarrollo del país”. El secretario torció la Ley de Seguridad Nacional. Ningún párrafo habla de “preservar los procesos democráticos”. En el inciso uno del artículo 19 se señala que el Cisen tiene como atribución “operar tareas de inteligencia como parte del sistema de seguridad nacional que contribuyan a preservar la integridad, estabilidad y permanencia del Estado mexicano, a dar sustento a la gobernabilidad y fortalecer el Estado de derecho”. El 2 le permite “procesar la información que generen sus operaciones, determinar su tendencia, valor, significado e interpretación específica y formular las conclusiones que se deriven de las evaluaciones correspondientes, con el propósito de salvaguardar la seguridad del país”. El 5 “proponer medidas de prevención, disuasión, contención y desactivación de riesgos y amenazas que pretendan vulnerar el territorio, la soberanía, las instituciones nacionales, la gobernabilidad democrática o el Estado de derecho”. ¿En dónde el seguimiento a Anaya entra en uno de los cajones que se refieren a la estabilidad y la gobernabilidad? ¿En dónde un candidato se convirtió en objetivo estratégico del Cisen ante el temor que atente contra el Estado mexicano? No conforme, Navarrete Prida dijo que el Cisen tiene el “deber jurídico de monitorear en forma permanente todos los aspectos vinculados con los procesos de trascendencia nacional, sin que ello pueda ser considerado espionaje o actividad clandestina violatoria de derechos humanos alguno”. Tampoco es cierto lo que dijo, en función del contexto donde se refería a Anaya y a la campaña presidencial. (…) Navarrete Prida buscó defender lo indefendible. (…) Es decir, lo que ha dicho el secretario de Gobernación son cuentos que buscan engañar a la nación con retórica y conceptos tramposamente adaptados a su propósito político”.

#GobiernoEspía

Ha sido un escándalo el espionaje denunciado por el precandidato presidencial Ricardo Anaya por parte del Cisen, y más cuando el propio Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, salió a confirmar que era cierta la acusación, con la diferencia de que Navarrete lo anunció como un seguimiento para otorgar seguridad al precandidato y que el equipo de trabajo de Anaya tenía conocimiento de la situación, aunque integrantes del Partido Acción Nacional han salido a desmentirlo, y este caso de espionaje recuerda lo sucedido con “Pegasus”, otro método de espionaje de parte del Gobierno que no entregó hasta el momento ningún responsable, y sobre el tema, hoy en el Reforma, la periodista Carmen Aristegui, escribe que: “sin inmutarse, el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, salió a explicar lo sucedido con Ricardo Anaya y el agente del Cisen pillado in fraganti, hace algunos días en Veracruz, siguiendo al candidato a la Presidencia. Nos quiso hacer creer que lo que ahí se vio es legal, normal y parte de la ‘…función constitucional aprobada por el Congreso de la Unión para dar… seguimiento a todas las actividades relevantes que suceden en el país’. Andrés Manuel López Obrador ha dicho que cuando llegue a la Presidencia desaparecerá el Cisen. ‘Es un gasto innecesario, superfluo… nosotros no vamos a vigilar a nadie, no vamos a hacer espionaje, no vamos a escuchar llamadas telefónicas, ni hackear teléfonos para obtener archivos y fotografías… no sólo me espían a mí, sino a todos los dirigentes políticos y sociales de este país, pero todo eso… va a desaparecer’. Hay que ver si es buena idea desaparecer, sin más, al órgano de inteligencia del Estado mexicano. Lo que sí, sin duda, se tiene que revisar de cabo a rabo es qué y cómo se usan los equipos, personal e información que se obtiene de muy diferentes maneras. […]. Así como se constató que un agente del Cisen estaba vigilando a un candidato a la Presidencia sin su consentimiento […], también se sabe -porque hay pruebas científicas de ello- que ‘Pegasus’ se utilizó en contra de ‘objetivos’ que jamás debieron ser espiados, incluyendo a un adolescente que se encontraba en Estados Unidos al momento de ser espiado. Las denuncias presentadas por ‘Pegasus’ han dado pie a una investigación voluminosa, pero de la cual no se ha identificado a ningún responsable. No se tiene noticia de que Anaya vaya a presentar alguna denuncia por el ‘seguimiento’ del Cisen a su campaña. […]. En junio del año pasado, el Presidente Peña trató de atemperar el escándalo desatado por la revelación de ‘Pegasus’, pero lejos de hacerlo se mostró irritado y, en algún punto, amenazante. Tal como lo hizo cuando nombró a Virgilio Andrade para investigar la Casa Blanca, anunció que había ordenado a la Procuraduría General de la República investigar el presunto espionaje ilegal para, acto seguido, negar categóricamente que el gobierno hubiera espiado a ciudadanos de manera ilícita. Con eso el Presidente aniquiló la poca credibilidad que hubiera tenido la investigación sobre el caso. Lo mismo pasará si se abre una investigación sobre el Cisen y Anaya. […]”.

Seguridad: ideas para cuando lleguen al poder

En materia de seguridad, los aspirantes presidenciales deben tener una estrategia bien establecida para poder combatir la inseguridad. En El Universal, Alejandro Hope, escribe algunas ideas que podrían resultar de interés para los precandidatos: “alguna de las personas que hoy compiten por la Presidencia de la República llegará al poder. No sé quién será ni qué habrá hecho para sentarse en la mítica Silla. […]. Ello implica diseñar una agenda de corto plazo, a la par de medidas de transformación institucional con impacto de largo aliento. Por ahora, los equipos de campaña están más concentrados en lo segundo. Hay varias propuestas de cambios institucionales, pero casi ninguna para los meses iniciales. Van entonces algunas ideas para el primer año de gobierno, por si alguien las quiere tomar: 1. Dar prioridad a un subconjunto de delitos violentos: esto requiere elegir un pequeño grupo de incidentes altamente dañinos […] y anunciar que el gobierno federal atraerá en automático esos casos, les dará prioridad absoluta y aplicará una sanción colectiva contra el grupo responsable […], además de la sanción que puedan recibir las personas directamente involucradas. 2. Dar tratamiento especial a los grupos que generen más temor: se podría anunciar que, durante el primer año de gobierno, se pondrá énfasis en la persecución del grupo que produzca más miedo entre la población, medido en encuestas de opinión que se levanten en enero de 2019 […]. 3. Crear corredores carreteros seguros: viajar en carretera se ha vuelto una actividad de alto riesgo en buena parte del país, pero hay de carreteras a carreteras. Se podrían identificar 15 o 20 tramos carreteros particularmente peligrosos y reforzar la presencia de la Policía Federal y de las Fuerzas Armadas en esos espacios, […]. 4. Designar dos o tres zonas urbanas para intervenciones masivas: siguiendo el modelo de Ciudad Juárez, se podrían lanzar programas amplios de pacificación en ciudades particularmente afectadas por la violencia […]. Esas intervenciones podrían incluir: a) un incremento en el número de elementos federales, b) mayores recursos para la transformación acelerada de las instituciones locales de seguridad y justicia, c) una batería de programas sociales con eficacia más o menos probada, y d) una estructura de seguimiento de la sociedad civil […], donde no exista aún. 5. Iniciar operaciones encubiertas antiextorsión: la Policía Federal u otras dependencias de seguridad podrían establecer negocios fachada en localidades y giros particularmente afectados por el cobro de ‘derecho de piso’. […]. Una vez capturados, las autoridades podrían publicitar ampliamente el hecho y las circunstancias de la detención y anunciar que existen centenares de negocios similares […]. Por supuesto, éstas no son ideas acabadas; son apenas esbozos que requieren varias rondas de refinamiento para volverse medianamente aplicables. Pero se me ocurre que tal vez puedan resultar útiles para alguien. Digo, la esperanza es lo último que muere”.

Tanta sangre, tantos muertos

Entre las precampañas presidenciales, y el recuento de firmas de los aspirantes independientes a aparecer en la boleta presidencial, ninguno de ellos se ha preocupado por el tema de la seguridad. En el Excélsior, la periodista Yuriria Sierra, escribe que: “[…]. Seguramente usted conoce a alguien a quien ya no le guste andar en carretera por las noches. O haya escuchado el relato de quien ha dejado de ir a ‘x’ o ‘y’ lugar por el peligro que representa la zona. O sepa de familiares o amigos que modifican su destino para descansar. O quienes han dejado de ver a su familia porque ellos mismos prefieren no poner en riesgo a quien desea visitarlos. No es justo. Pero tampoco nuestra responsabilidad. Los culpables de este miedo no son demonios mentales. Son estos otros que se forman de la inacción de las autoridades y el alcance que hoy tiene la violencia de los grupos del crimen organizado y el cruce de aquellos que cometen delitos del fuero común. […]. El último fin de semana de enero contamos 25 asesinatos. Nueve de ellos en San Nicolás de los Garza, Nuevo León. Esto, mientras su Gobernador está en licencia para ir en busca de su registro como candidato independiente. Otros nueve murieron en Ciudad Juárez. Otros cuatro en Tamaulipas, donde en las últimas tres semanas, los bloqueos y enfrentamientos entre autoridades y criminales han tenido en vilo a los habitantes de ciudades como Reynosa. Un fin de semana antes, tan sólo en Colima y Sinaloa se registraron 26 homicidios. Siete días previos, el saldo fue de 26 personas asesinadas sólo en Guerrero y Guanajuato. Y sólo en 24 horas. La mayoría de ellas, 19, en el estado del Bajío. Tal vez el primer fin de semana del año resultó augurio de lo que seguiríamos contando. Y es que, entre el 5 y el 7 de enero, 32 personas murieron en Chihuahua; 11 en Guerrero; siete en Baja California; seis en Morelos, dos de ellos niños; seis en Colima, que ostenta el municipio más violento del país, Tecomán; cinco en Zacatecas; cinco en Veracruz; cuatro en Guanajuato, dos menores; tres en Coahuila; dos en Querétaro, y otros dos en Oaxaca. En total, fueron 80 asesinatos. Ayer escribimos sobre la violencia en Estados Unidos. Idiosincracia distinta, aunque con mismos resultados: sangre derramada a causa de los demonios que se forman, repito, por la inacción de las autoridades y el alcance de la violencia de los criminales. […]. En México poco se hace para que el combate al crimen sea una estrategia que ataque muchos frentes. Le tienen pánico al debate de la legalización. Aunque seguro no tanto como el de los mexicanos que viven en territorios altamente peligrosos. […]”.

Peña Nieto, ¿otra vez Trump…?

Se especula nuevamente con la posible reunión entre Enrique Peña Nieto y Donald Trump, Presidentes de México y Estados Unidos respectivamente, y en caso de que suceda, sería la primera vez que se reúnan como mandatarios de sus países. En Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe que: “Luis Videgaray anunció a su regreso de Washington que en las próximas semanas se llevará a cabo el primer encuentro Enrique Peña Nieto-Donald Trump, a nivel de presidentes, lo que ayer confirmó la Casa Blanca. Debo decir que el único que han tenido en forma fue el del 31 de agosto de 2016, cuando aquél era candidato y fue a propuesta del mismo Peña Nieto, que también corrió la invitación a Hillary Clinton, que ignoró tras la visita inmediata del empresario marcada por una serie de errores de logística y protocolo, […], y las críticas, lo que llevó a Luis Videgaray a presentar su renuncia una semana después al cargo de secretario de Hacienda, lo que alteraría la hoja de ruta trazada por el Presidente en la construcción de la candidatura de José Antonio Meade; sin esa crisis que llevó a la dimisión de Videgaray, el precandidato habría salido de Sedesol y no del Zócalo. En aquel encuentro en Los Pinos, que tuvo un costo enorme para Peña Nieto, éste dijo que México no pagaría la construcción del muro, lo que por la noche negaría Trump en un mitin en Arizona, donde afirmó que sí, lo que el mismo Presidente desmintió por Twitter. Tras su inesperado triunfo electoral, en noviembre de aquel año y tras su toma de posesión, el 20 de enero del siguiente, estaba prevista una visita de Peña Nieto a la Casa Blanca para el martes 31. Pero la canceló cinco días antes, el jueves 26, cuando Trump firmó una orden ejecutiva para construir el muro y endurecer las medidas migratorias, […]. Ahora es Videgaray el que anuncia el primer encuentro entre los dos presidentes y creo que Peña Nieto se tiene que plantear si tiene más que ganar o perder con esa visita, cálculo que ya debe haber hecho, con todos los riesgos que implican los arrebatos de su anfitrión. Porque estaría cañón que se la cancelara por segunda vez”.

Chihuahua: rehén por entregar

Luego de que se especuló sobre los acuerdos “secretos” a los que llegaron el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida y el Gobernador de Chihuahua, Javier Corral, al día de hoy no se han cumplido la mayor parte de los puntos que se acordaron. En La Jornada, Julio Hernández López, escribe que: “la misma noche del 3 del presente mes se habló de una especie de intercambio de rehenes entre el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, y el Gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado: 900 millones de pesos que serían entregados a las finanzas de esa entidad […] a cambio del control del proceso al empresario coahuilense Alejandro Gutiérrez, pieza clave en una historia judicialmente documentada, y sumamente explosiva de triangulación de fondos federales para campañas electorales priístas. El pasado lunes 12 se cumplió la primera parte del pago del rescate por el rehén priísta: la Secretaría federal de Hacienda depositó a la cuenta de la administración chihuahuense 450 millones de pesos, la mitad de lo prometido, programando la entrega del resto para el cinco de marzo. En contrapartida, ayer se anunció que un juzgado federal decidió asumir el manejo del expediente del priísta Gutiérrez, a quien indicativamente ya el gobierno de Corral Jurado había aceptado que fuera trasladado a un penal federal. […]. Aun cuando el tufo a intercambio de rehenes fue inmediato, enojos y ardores contra los suspicaces hubo aquella noche en que Navarrete y Corral anunciaban tan sugerente acuerdo […]. Se pretendía restregar a los desconfiados el texto formal firmado por los dos personajes, en especial el quinto párrafo, que asentaba: En el caso del procesado Alejandro Gutiérrez, quien se encuentra recluido en el Centro Penitenciario Estatal, el gobierno de Chihuahua en apego a su compromiso permanente con la transparencia, manifiesta su disposición para que el señor Gutiérrez sea trasladado al Centro Federal de Readaptación Social número nueve, ubicado en Ciudad Juárez, Chihuahua, estando sujeto a proceso por el juez de su causa. Palabras al aire, pues ahora el juez de su causa será el federal, si se sostiene la decisión anunciada ayer por Moreno García. Tampoco hubo celeridad ni contundencia en el proceso de solicitar órdenes de aprehensión, para fines de extradición, contra el ex gobernador priísta César Duarte Jáquez: en El Paso, Texas, donde se asegura que tiene domicilios el mencionado ex mandatario, ni siquiera hay notificación alguna a los jefes policiacos para que busquen al político mexicano. Lo único que sí se ha logrado, hasta ahora, fue la cancelación de las multas y apercibimientos impuestos a funcionarios chihuahuenses por no cumplir con requerimientos federales de información; el traslado del hombre clave, Gutiérrez, a una prisión federal […]; la entrega en partes […] de la suma causante del litigio […] y la oferta chihuahuense de declinar su intención de presentar controversia constitucional, en cuanto se confirmara la recepción de los recursos. Follow the money. […]”.

Disyuntiva: su casa o una celda

En el caso de Elba Esther Gordillo las cosas se complican para ella a pasar de que vive en su casa pues un juez le va a limitar las visitas y las comunicaciones, esto porque se piensa que puede representar un riesgo para la estabilidad del país. En Milenio, Carlos Marín, escribe que: “aunque la profesora Gordillo logró […] el beneficio de la prisión domiciliaria, será el juez quien determine su movilidad, sus visitas, sus comunicaciones pero, en especial, las medidas para que no pueda sustraerse a la dichosa acción de la justicia. Es así, porque el que la cautiva esté en su casa no significa una libertad mayor que la casi nula de los recluidos en cualquier cárcel. Su libertad solo podrá decidirse en la sentencia… que también pudiera condenarla. El juez le dio la razón a la Procuraduría General de la República para que se le restrinja la oportunidad que tenía de comunicarse personal y electrónicamente con quienes y cuantos quisiera, y evitar que su departamento se vuelva oficina por la que desfile quien sea y que la maestra llame o chatee sin límite alguno. […]. La prisión domiciliaria es una medida de beneficio humanitario, más no un derecho. Si no acata las restricciones, Elba Esther corre el riesgo de ser devuelta a una cárcel de a deveras…”.

Rebelión en la granja azul

La rebelión al interior del Partido Acción Nacional sigue presente pues ahora que se están conformando las listas para diputaciones, se especula que ahora la sociedad civil va a tener oportunidad de formar parte. Hoy en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “una rebelión en la granja azul está generando la posible inclusión de figuras de la sociedad civil, intelectuales y un ex funcionario del gobierno de la Ciudad de México en los primeros lugares de las listas para candidatos plurinominales al Congreso de la Unión. En algunos casos, nos comentan, son personajes que han criticado al Partido Acción Nacional y que ahora parece que tienen fichas para jugar hasta adelante en los listados de las Cámaras de Senadores y Diputados. ¿De quiénes le estamos hablando? Nos dicen que los nombres que se barajan son el de Emilio Álvarez Icaza, Alfredo Figueroa, Denise Dresser, Salomón Chertorivski, María Amparo Casar, Miguel Ángel Mancera […] y Martha Tagle, senadora ciudadana. Habrá que ver cómo se procesan las listas y el enojo interno, nos comentan”.

Modo moda

El tema de las redes sociales se ha puesto de moda en los últimos días, en específico Facebook y su participación en las elecciones a través de la difusión de información falsa. Del tema, en Milenio, su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “que el presidente de la Cámara de Diputados, Édgar Romo García, se puso en modo cyber y llamó al Instituto Nacional Electoral a lanzar una campaña de concientización ciudadana sobre el uso responsable de las redes sociales y no a controlar esos canales de comunicación. Comentó que la campaña se puede ordenar a partir del convenio con Facebook o a partir de otros medios y pidió al titular del instituto atender las ‘posverdades’ de las redes, luego de que el propio Lorenzo Córdova dijo que con ese acuerdo se podrán identificar informaciones equívocas”.

Costoso

Las cosas al interior del Partido Revolucionario Institucional siguen sin funcionar adecuadamente pues se espera que para la selección de candidato a la gubernatura en Chiapas haya discrepancias. En el Excélsior, su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “una muestra más de la falta de oficio del Comité Ejecutivo Nacional priista podría verse hoy en la convención de delegados en Chiapas, cuando, ante funcionarios estatales de 123 municipios, postulen a Roberto Albores Gleason como su candidato a gobernador. Hay que señalar que el método de selección de la coalición Partido Revolucionario Institucional-Partido Verde Ecologista de México-Mover a Chiapas-Chiapas Unido-Nueva Alianza será determinado por el Partido Revolucionario Institucional, que se empecinó con Albores. Caro le costará no haber consultado ni tomado en cuenta a importantes grupos políticos priistas en la entidad. Será evidente. La iracunda respuesta de quienes están molestos apenas comienza. No es gratuito que muchos de ellos pidan la dimisión del dirigente nacional. Sin trabajo en las bases, las renuncias adelgazan al otrora poderoso tricolor”.

Tiempo de definición

Es tiempo de que se definan las posiciones a ocuparse tanto en el senado como las diputaciones federales, y el problema es que hay muchos personajes que tienen asuntos pendientes que necesitan de fueron. En el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “¿se siente nervioso?, ¿le cuesta conciliar el sueño?, ¿se truena los dedos constantemente? ¡No se espante! Lo que usted tiene lo tienen muchos mexicanos en estos días: es el TILA (Trastorno de Ansiedad por las Listas Aprobadas). Y es que este fin de semana deben quedar debidamente palomeadas y planchadas las listas tanto para diputaciones federales, como para senadurías. Y aunque en algunos casos las designaciones ya están hace mucho tiempo amarradas, en muchos otros lo que priva es la incertidumbre y el miedo a las fracturas. De hecho, los cambios en el gabinete presidencial que faltan no se han llevado a cabo porque se siguen acomodando nombres, compromisos y necesidades de fuero en las distintas listas de cargos. Es por eso, dicen, que en esta semana hubo intensas reuniones nocturnas en Los Pinos. Según los expertos, el único remedio para el TILA es un tecito de ídem. Dosis: la que el partido señale”.

El INE y su reserva de confianza

Alejandro Moreno escribe en El Financiero acerca de la confianza de los ciudadanos en las instituciones electorales: “Las encuestas han documentado una y otra vez que la sociedad mexicana es muy desconfiada. La mayoría de la gente desconfía de la demás gente y de la mayoría de las instituciones. Si acaso esto ha cambiado en los últimos años ha sido para acentuar la desconfianza. En el tren de la democratización mexicana se ha dicho que la construcción de la confianza iba incluida en el costo del pasaje, pero mientras que el tren sigue su marcha, una parte de la confianza sigue varada en la estación de salida y otra parte parece haber tomado una ruta diferente a la esperada. Hace algunos años, el Instituto Federal Electoral, uno de los pilares de la democratización, gozaba de altos niveles de confianza entre la ciudadanía. En las elecciones presidenciales de 2006, que se definieron por apenas un manojo de votos y que tuvieron un periodo importante de protesta postelectoral, el IFE mostró tener un sólido apoyo de los ciudadanos. Unos meses antes de las elecciones, en diciembre 2005, las encuestas señalaban que el 70 por ciento de los mexicanos confiaba mucho o algo en el IFE. Después de las elecciones, en agosto de 2006, la confianza en el IFE disminuyó unos puntos, pero se mantuvo como mayoría, registrando 61 por ciento (Reforma, “Refrendan confianza en IFE y TEPJF”, 30 agosto 2006). La confianza en el Tribunal Electoral en esos dos momentos registró 56 y 57 por ciento, también mayoritaria. Desde entonces, la confianza en las autoridades electorales, como ha sido el caso de la confianza en muchas otras instituciones, se ha venido erosionando. Según la encuesta nacional más reciente de El Financiero, publicada el pasado 6 de febrero, el 44 por ciento de los electores confía mucho o algo en el INE y el 40 por ciento confía mucho o algo en el Tribunal Electoral. Por el contrario, 54 y 57 por ciento de los entrevistados dijo confiar poco o nada en ellos, respectivamente. Es evidente que hay menos confianza electoral que antes, pero ¿qué tan fuerte o débil luce esta reserva de confianza, sobre todo comparándola con otros actores políticos, como los propios partidos y los candidatos a la Presidencia? Reflexionar acerca de la reserva de confianza electoral puede ser un ejercicio muy útil ahora que inicia la intercampaña, un periodo un tanto incierto acerca de lo que se puede hacer o no se puede hacer y decir. Bajo esa incertidumbre y potencial confusión, la confianza en el INE resulta de crucial valor, ya que este debe vigilar a los jugadores en la cancha bajo reglas a las que no todos están acostumbrados; por su parte, los jugadores, en el calor del juego, seguramente cuestionarán y reclamarán al árbitro algunas decisiones”.

El Cabaret


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