Es del conocimiento de casi todos los habitantes de Durango, que nuestro estado es una de las entidades con mayor rezago social, económico, cultural, entre otros. Somos un pueblo con personas tradicionalistas, pasivos, apáticos, conformistas y queremos que el gobierno en turno nos resuelva los problemas, incluso nuestros problemas de salud que en gran medida depende de nosotros mismos por medio del autocuidado y con medidas de prevención.

Ahora, en tiempo de elecciones, es indispensable conocer todas y cada una de las propuestas de los diferentes candidatos para tomar la mejor decisión a la hora de emitir nuestro voto.

Si partimos que mucha gente emite su voto por miedo a lo desconocido (otro partido político), desde el punto de vista psicológico, el miedo nos hace actuar de manera distinta, la forma más común es que el individuo se queda paralizado ante una situación nueva o desconocida donde incluso es mejor regresar a la posición que le daba seguridad en la medida que se tiene un conocimiento amplio de su entorno.

El cambio acarrearía entonces el miedo a la pérdida total de lo que se tenía.

Una segunda forma de reaccionar al miedo o lo desconocido, es actuar de manera hostil, amenazante o agresiva.

La tercera forma de respuesta nos puede llevar a la sumisión, si lo desconocido es amenazante, la reacción defensiva es someterse y aceptar la superioridad del otro.

Si tomamos como base las condiciones de pobreza en que se encuentra un buen porcentaje de la población, si recordamos que los salarios del estado son de los más bajos del país, no nos extraña que la gente emita su voto a cambio de una despensa o de alguna otra dádiva, lo cual no le soluciona en absoluto su situación de pobreza, ni el futuro de sus hijos.

En tiempos actuales, es común tener miedo al cambio ya que para muchas personas votar por un partido diferente implicaría quedarse sin empleo. Otros dicen “más vale malo por conocido que bueno por conocer”.

Sin embargo no necesariamente el cambio de partido político en el gobierno puede traer mejoras a Durango, ya que varios de sus candidatos han danzado de un partido a otro, dependiendo únicamente de sus intereses y algunos solo buscan el poder.

Lo ideal sería que algún candidato se interesara verdaderamente en la gente, que se les ofreciera empleos en donde el salario alcance para comer (no para mal comer), para tener una vivienda digna y para enviar a los hijos a la escuela.

Por esas razones es importante que analicemos a profundidad las propuestas de campaña de cada uno de los candidatos y votemos de manera razonada y sin temor.