Depresión

De acuerdo a la guía clínica para el manejo de la depresión en México, entre las 10 principales enfermedades considerando mortalidad prematura y días vividos sin salud, tres son enfermedades mentales, la depresión ocupa el primer lugar. Se trata de una enfermedad frecuente con alto nivel de discapacidad. Según datos del Instituto Nacional de Psiquiatría, […]

01/03/2016

De acuerdo a la guía clínica para el manejo de la depresión en México, entre las 10 principales enfermedades considerando mortalidad prematura y días vividos sin salud, tres son enfermedades mentales, la depresión ocupa el primer lugar.

Se trata de una enfermedad frecuente con alto nivel de discapacidad. Según datos del Instituto Nacional de Psiquiatría, el 6.4 por ciento de la población en México padece depresión y solo el 19 por ciento de las personas que cursan con algún trastorno mental reciben tratamiento y en promedio tardan en recibir atención entre 4 a 20 años desde la aparición de la enfermedad.

La depresión junto con los trastornos de ansiedad, son las enfermedades mentales más frecuentes en la población a nivel  mundial.

Es importante hacer la diferenciación entre tristeza y depresión, ya que mucha gente la utiliza como sinónimo.

La tristeza es un sentimiento normal que todos los seres humanos experimentamos, es un sentimiento desagradable pero pasajero, que no altera  nuestra funcionalidad general. En cambio en la depresión esta tristeza es más profunda, más duradera y más discapacitante y además se acompaña de otros síntomas tales como disminución importante del interés o placer por casi todas las actividades, disminución o aumento del apetito y del peso, alteraciones del sueño, enlentecimiento psicomotriz o ansiedad, pérdida de energía, sentimientos de inutilidad, culpa, disminución en la capacidad de concentración, desesperanza e incluso ideas de muerte y actos suicidas.

Todos estos síntomas se presentan de manera simultánea con una duración de dos semanas en adelante y la gravedad depende de la intensidad de dichos síntomas.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la depresión ocupa el primer lugar en el índice de “años perdidos por discapacidad”.

La depresión es más común en las mujeres que en los varones (2:1). La edad de inicio es difícil de establecer, ya que el primer episodio usualmente es leve y no es tratado, puede aparecer a cualquier edad y se ha estimado que la edad media de inicio es a los 30 años.

Los individuos en alto riesgo son aquellos que presentan: insomnio crónico o fatiga, dolor crónico, síntomas somáticos múltiples o inexplicados, enfermedad médica crónica, eventos cardiovasculares agudos, trauma físico o psicológico reciente, otros trastornos psiquiátricos y antecedentes heredofamiliares de depresión.

Hasta el momento, no existe alguna prueba de laboratorio o gabinete que corrobore el diagnóstico, por lo cual se tienen que utilizar entrevistas clínicas estructuradas.

Los síntomas depresivos pueden ser causados por una amplia diversidad de enfermedades somáticas o psiquiátricas. De tal modo que si no son tratadas concomitantemente, no se llega a una resolución de la sintomatología depresiva. Por lo que es indispensable una valoración médica meticulosa en cada paciente deprimido.

Tiene altos costos sociales, laborales y económicos. En los países desarrollados en el años 2020, será la primera causa de de carga de morbilidad.

La depresión puede exacerbar el dolor y la angustia asociada con enfermedades físicas, así como afectar desfavorablemente los resultados de su tratamiento. También el padecer depresión impacta sobre el funcionamiento en las relaciones de pareja y familiares; la presencia de depresión en los padres se ha asociado con una crianza negligente con resultados negativos en los hijos.

A pesar de que existen tratamientos efectivos, la proporción de la demanda atendida continúa siendo baja, de las mujeres deprimidas mayores de 18 años sólo el 27.2 por ciento se diagnosticó por un médico y los hombres sólo se diagnosticó el 19 por ciento, de acuerdo a la encuentra nacional psiquiátrica del 2003.

Un tercio de los pacientes deprimidos responden parcialmente al tratamiento o no responden,  por lo tanto las formas crónicas de depresión constituyen el 30 por ciento.

Se ha estimado que la depresión participa en aproximadamente 65-90% del total de suicidios relacionados con enfermedades psiquiátricas.


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