El suicidio en adolescentes

Me estreno en esta espacio donde podremos encontrarnos todos los lunes a partir de hoy, espero sea de su agrado los textos que aquí mostraremos. Espero sus comentarios. Que sea un año de paz y mucho éxito El suicidio se encuentra entre las tres principales causas de muerte en adolescentes. La Organización  Mundial de la […]

11/01/2016

Me estreno en esta espacio donde podremos encontrarnos todos los lunes a partir de hoy, espero sea de su agrado los textos que aquí mostraremos. Espero sus comentarios. Que sea un año de paz y mucho éxito

El suicidio se encuentra entre las tres principales causas de muerte en adolescentes. La Organización  Mundial de la Salud (OMS) ha reportado un incremento del suicidio en adolescentes a partir de 1990, siendo en algunos países la segunda o tercera causa de muerte en este grupo de edad.

En México, las tasas de suicidio han aumentado un 275 por ciento de 1970 a 2007, este incremento fue principalmente en el grupo de 15 a 29 años de edad. Los adolescentes son un grupo en riesgo particular.

Cerca del 11 por ciento de los adolescentes han presentado ideación suicida alguna vez en su vida y tres por ciento ha realizado algún intento de suicidio.

El Trastorno Depresivo Mayor (depresión), una patología de alta prevalencia y morbilidad en adolescentes, es uno de los principales factores de riesgo para suicidalidad.

El suicidio representa el componente más grave de un conjunto de espectros no continuos y heterogéneos de comportamientos, que se engloban bajo el término de conducta suicida. Este concepto incluye a las autolesiones, la ideación suicida, la planeación, los intentos y el suicidio consumado.

Las causas del suicidio son complejas e intervienen factores neurobiológicos, culturales, medio ambientales y sociales. La principal causa es la depresión, pero existen otros factores específicos que se han asociado con la suicidalidad en adolescentes, incluyendo los siguientes:

  • Acontecimientos dolorosos, como el divorcio de los padres, la pérdida de un ser querido, el abandono, etc.
  • Trastornos psiquiátricos como la ansiedad, agresividad, impulsividad, consumo de alcohol o drogas, etc.
  • Dificultad para solucionar problemas
  • Alta reactividad emocional
  • Historia familiar de problemas psiquiátricos
  • Antecedente de suicidio en la familia
  • Adversidades en la niñez como abuso físico, abuso sexual, negligencia parental, bullying, etc.

En un trabajo reciente auspiciado por la OMS mostró que el riesgo de intento suicida o la ideación suicida, se incrementó hasta seis veces, conforme aumentó el número de adversidades psicosociales, especialmente  aquellas consideradas como intrusivas o agresivas. Por otro lado se ha comprobado que las personas que tuvieron más adversidades en la infancia, muestran mayor conducta suicida en la adultez.

La familia juega un rol fundamental en el desarrollo de la conducta suicida en niños y adolescentes. Se ha sugerido que las familias con adolescentes suicidas son desorganizadas, muy disfuncionales, tienen mala cohesión y son hostiles,  además estos adolescentes reportan mayores alteraciones de comunicación con sus padres, muestran mayor percepción de disfunción familiar, provienen de hogares “fragmentados” y poseen una conflictiva particular con la madre.

Datos Internacionales revelan que en cuanto a los métodos más frecuentes para cometer suicidio, los varones emplean más  el ahorcamiento y las armas de fuego, mientras que las mujeres utilizan más sobredosis de medicamentos o drogas o se autolesionan. La proporción hombre-mujer es de 2.5:1.

Actualmente los métodos utilizados son más violentos.

Se suicidan más los adolescentes con un bajo nivel de escolaridad y los que trabajan. El 80 por ciento comete el suicidio en su casa.

La conducta suicida está subregistrada en México, debido a que muchos casos se registran como accidentes, autolesiones, intoxicaciones, etc., ya que no se cuenta con un sistema estandarizado de registro en todos los hospitales, tanto públicos como privados. Pero a pesar de eso, se considera un problema de salud pública, que impacta no solo a la familia sobreviviente sino a todo su entorno.

Por lo tanto es muy importante la evaluación de la salud mental desde muy temprana edad en el cuidado de la Salud Integral de toda persona.

Las acciones que se proponen para reducir la conducta suicida son las siguientes:

  1. Promover la conciencia de que el suicidio es un problema de salud pública, que es prevenible
  2. Desarrollar una base amplia de apoyo para la prevención del suicidio
  3. Realizar estrategias para reducir el estigma asociado con ser usuario de los sistemas de salud mental
  4. Implementar adecuadamente un programa de prevención del suicidio
  5. Educar a la población para que detecten a tiempo síntomas y conductas de riesgo
  6. Abrir espacios específicos donde atender niños y adolescentes con problemas psiquiátricos (trastornos depresivos y ansiosos principalmente), así como la atención a las familias
  7. Implementar sistemas de monitoreo
  8. Mejorar el reporte y registro de intentos de suicidio o conductas suicidas
  9. Promover y apoyar la investigación sobre suicidio y prevención del suicidio
  10. Fomentar la espiritualidad tanto en los adolescentes implicados y sobre todo en sus familias

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