La culpa en las madres que trabajan

No cabe duda que los tiempos cambian, en los últimos 50 años, las mujeres cada vez más tienen la necesidad de trabajar fuera de casa, a pesar de la carga de trabajo propia del hogar. Han sido múltiples las razones por las cuales una mujer se tiene que integrar a la vida laboral y ser […]

05/09/2016

No cabe duda que los tiempos cambian, en los últimos 50 años, las mujeres cada vez más tienen la necesidad de trabajar fuera de casa, a pesar de la carga de trabajo propia del hogar. Han sido múltiples las razones por las cuales una mujer se tiene que integrar a la vida laboral y ser económicamente activa.

En el último tercio del siglo pasado hubo un auge de la llamada “liberación femenina” que en un principio se malentendió, ya que las mismas mujeres menospreciaban a las congéneres que se dedicaban exclusivamente al hogar y a cuidar a sus hijos, sin embargo el concepto de liberación femenina ha ido cambiando a través del tiempo y ahora no es tan fundamentalista.

En el país hay muchos hogares donde la mujer es la jefa de familia por lo cual tiene que salir a trabajar y dejar a los niños a cargo de familiares o en guarderías. Esta situación genera culpa en dichas madres, lo cuál ocasiona que traten de compensar con objetos (teléfonos celulares, juguetes, comida, etc.) o con sobreprotección, logrando así que los hijos crezcan sin cierta disciplina o falta de límites, mostrándose hasta groseros con sus iguales o con adultos.

Algunos de estos hijos de madres que trabajan fuera de casa muestran pobre tolerancia a la frustración y problemas de conducta, sin embargo no es una regla que esto suceda.

En otros hogares a pesar que la madre trabaja, sus hijos son disciplinados, responsables, sociables y muestran buen desarrollo.

Cabe mencionar que ser buena madre no implica estar “adherida” a los hijos, es más bien cuestión de otorgar convivencia de calidad y no de cantidad.

Hay muchas madres que están frustradas y deprimidas y al convivir todo el día con los hijos conlleva a un maltrato verbal, psicológico y hasta físico.

No en todos los hogares existe el padre, quien es una figura indispensable (cuando cumple con las características necesarias) para el buen desarrollo de los hijos.

Sabemos que la familia es la instancia fundamental para el adecuado desarrollo psicológico, social y emocional del ser humano.

Hoy en día debido a la vida vertiginosa y a los cambios que exige la sociedad, las dinámicas dentro de las familias están en constante cambio. Hoy los hijos ya no les preguntan a los padres sobre temas básicos, se van directamente a internet y ahí encuentran respuestas que no siempre son las más idóneas para la etapa que está atravesando el niño.

Aquí es muy importante que ambos padres estén en vigilancia constante para brindar una educación apropiada a los hijos.

Es importante mencionar que las cosas materiales no traen la felicidad, por tal razón las madres trabajadoras deben abstenerse de compensar su ausencia proporcionando “demasiados juguetes” a sus hijos, ya que esto en el fututo generará en ellos más que felicidad, insatisfacción y vacío.

Estas madres tendrán que manejar la culpa y saber que si bien su presencia es indispensable en casa, su ausencia no necesariamente creará problemas en los hijos.


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