Los Trastornos de Ansiedad (TA) son diversos cuadros psicopatológicos, cuya principal característica es la presencia de molestias relacionadas y/o similares al miedo, tales como intranquilidad, desesperación, temor, preocupaciones excesivas y ansiedad; o una combinación entre ellos. De todas las enfermedades mentales son las que cuentan con una mayor prevalencia, llegando a estimarse que entre el 13.6% a 28.8% de la población padecerá un TA a lo largo de su vida.

Los pacientes que padecen un TA presentan un alto impacto en su vida y en su familia, así como un alto costo social. La ansiedad crónica se ha asociado con una alteración funcional profunda. Los TA tienden a la cronicidad, se inician a los 15 años de edad en promedio, se deprimen frecuentemente. En México los TA cuentan con una prevalencia a lo largo de la vida del 14.3%, siendo mayor para las mujeres que para los hombres y sólo el 6.9% de todos los pacientes con algún TA han sido atendidos por un especialista.

Las enfermedades mentales que generan una mayor proporción de días laborales perdidos son, en orden decreciente: depresión, agorafobia, ansiedad generalizada, trastorno de pánico y trastorno por estrés postraumático.

A continuación se especifican los TA:

1.- TA por Separación. Miedo o ansiedad excesiva e inapropiada concerniente a la separación de las personas por las que siente mayor apego. Preocupación persistente de perder a un ser querido, por lo que rechazan salir lejos de casa, los niños se niegan a ir a la escuela.

2.- Mutismo Selectivo.   Fracaso constante de hablar en situaciones sociales específicas (por ejemplo en la escuela) a pesar de hablar en otras situaciones.

3.- Fobia Específica.  Miedo o ansiedad intensa por un objeto o situación específica (alturas, volar, animales, etc.), la situación fóbica se evita o se resiste activamente con ansiedad intensa.

4.- Fobia Social.  Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto al posible examen por parte de otras personas (hablar en público, etc.), las situaciones sociales se evitan.

5.- Trastorno de Pánico.  Ataques de pánico imprevistos recurrentes, es la aparición súbita de miedo intenso que alcanza su máxima expresión en minutos donde ocurren palpitaciones, sudoración, temblor, sensación de ahogo, dolor en el tórax, puede haber náuseas, mareo, miedo a morir, hormigueo, miedo a volverse loco.

6.- Agorafobia.  Miedo o ansiedad intensa a cerca de usar algún medio de trasporte, estar en espacios abiertos, espacios cerrados, hacer fila, estar fuera de casa solo, por lo que se evita la situación debido a la idea de que escapar podría ser difícil.

7.- Trastorno de Ansiedad Generalizada.  Ansiedad y preocupación excesiva (anticipación aprensiva) ante una amplia gama de acontecimientos, dicha preocupación es difícil de controlar y se asocia con fatiga, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular, problemas de sueño.

Es importante subrayar que la ansiedad no es un simple miedo, sino que en las personas que padecen cualquier TA, la duración y la intensidad de los síntomas son mayores a los esperados por las circunstancias y alteran la funcionalidad en varias áreas de la vida cotidiana.

Los individuos con alto riesgo de cursar con algún TA, son aquellos que presentan lo siguiente:

• Insomnio o fatiga crónicos
• Antecedentes heredofamiliares de ansiedad o algún trastorno psiquiátrico
• Tendencia a la inhibición conductual
• Antecedentes de haber padecido durante la adolescencia o la niñez intranquilidad y preocupaciones constantes
• Antecedentes de vivir o haber vivido bajo estresores (sociales, económicos, etc.)
• Antecedentes de vivir o haber padecido eventos traumáticos y/o abuso (sexual, familiar, verbal, etc.)
• Sexo femenino
• Diagnóstico psiquiátrico, particularmente depresión o adicciones.

Cuando existe un TA y no es diagnosticado y tratado tempranamente, la persona tendrá una mala calidad de vida ya que la sintomatología altera la existencia cotidiana de manera significativa, además de que se puede complicar con otros trastornos mentales como la depresión o abuso de sustancias.

Desafortunadamente no hay ningún examen de laboratorio o gabinete con el cual se realice el diagnóstico de TA, dicho diagnóstico lo realiza el médico psiquiatra de acuerdo al cuadro clínico y la presentación de los síntomas.