Asociamos la música con la felicidad porque ella forma parte de la gran mayoría de nuestros recuerdos y momentos alegres. ¿Qué es una fiesta sin música? De lo que casi no se habla es de los beneficios de la música para la salud física y mental, que son aún más excepcionales.

Sí, aunque no lo creas, la música puede curarnos o por lo menos puede convertirse en una terapia coadyuvante, sin efectos secundarios, y que ofrece muchas ventajas para acelerar los procesos de sanación.

Entre los beneficios de la música para la salud se encuentra que puede ayudar a aliviar el dolor: Por ejemplo, según estudios realizados en la Clínica Cleveland, pacientes que escucharon música en sus post-operatorios indicaron sentir cuatro veces menos dolor. También se ha demostrado que puede reducir la cantidad de anestesia que reciben durante la operación.

Sirve para reducir el estrés y la ansiedad: Si estás en un momento realmente estresante, escuchar música tranquila o clásica puede ayudarte a reducir los niveles de presión arterial, a nivelar el pulso cardíaco y a calmar la ansiedad. También puedes escuchar música antes de un evento importante, para tranquilizarte y controlar los nervios.

Hay evidencia de que fortalece el sistema inmunológico: Por varios motivos, entre ellos porque al escuchar música el cuerpo libera menos cortisol (la hormona del estrés) y libera más hormona del crecimiento. Esto hace que el cuerpo esté mejor preparado para procesos de recuperación y de resistencia ante enfermedades.

Está asociada a la felicidad y el placer: La música estimula los mismos puntos cerebrales que detonan la sensación de placer en otras actividades. Estudios demuestran que la música estimula el sistema mesocorticolímbico, que es el “centro del placer” y se activa a través de la comida, el sentido del humor y otros estimulantes no tan sanos. En ese sentido, se puede decir que escuchar música te hace feliz, y por ello es buena para tu salud.